Los 40 grados de temperatura soportados en la mañana de este miércoles, no han sido excusa para no echarse a la calle. Tanto bilbainos como visitantes con afán de conocer el botxo se han dejado ver por la villa. No obstante, la mayoría llevaban un kit de seguridad: abanico, botellín de agua y resguardarse en la sombra. “Hace mucho calor, pero se puede soportar”, expresa la vecina de Portugalete Janire Villaluenga, quien se encuentra en un estado avanzado de embarazo, pero que con uvas, una botella fría de agua y varios descansos “lo lleva bien”. “Está al caer”, alude con una gran sonrisa en el rostro en referencia a la ilusionante llegada de los próximos días . No obstante, la portugaluja reconoce su deseo de no estar mucho tiempo– “termino unos recados y me voy”, señala –y en breve volverá a su domicilio.
Bilbao cuenta con una red de más de 130 refugios climáticos, lugares donde descansar a la sombra, y más de 500 fuentes tanto fijas como provisionales para combatir el calor extremo que nos dejará esta noche. Rellenando botellas como si de un manantial sagrado se tratase están Alba Pérez, Anabel Sanchez, Marina Parés, Sara Casares y Esperanza Alfaro. Estas cinco chicas han llegado en la mañana de este miércoles de Palma de Mallorca y vuelven a la noche. “Parece ser que hemos traído las altas temperaturas con nosotras”, indica Parés, aunque destaca que “para ella no es calor” en comparación con la isla balear. Las jóvenes llevan unos días de viaje con la mochila a sus espaldas y el agua forma parte de su elixir para aguantar los kilómetros. Este miércoles finaliza su aventura, aunque comunican que “volverán”, con la mirada fijada en el montaje de una de las txosnas.
Sin duda, hidratarse en las fuentes de agua ha sido una actividad comúnmente practicada en un día tan abrasador. Silvia González y Lady Raquel han preferido tomar un frappé junto a un helado. “Entramos a trabajar en un rato, pero es un pequeño capricho que nos estamos dando”, confiesan las bilbainas que llegaron a la villa hace más de 10 años provenientes de Perú y Venezuela. “Aquí el calor es más llevadero que en Venezuela y aquí a la sombra estamos bien”, confiesan. A pesar de que las bebidas azucaradas no es lo más recomendado según el Ayuntamiento de Bilbao “debido a que su consumo no sustituye al agua”, estas jóvenes han preferido disfrutar de su manjar. Otro factor importante para hacer frente al achicharramiento es la ropa. “Tenemos que llevar pantalón largo por motivos de trabajo”, lamentan. Las dos adolescentes están muy concienciadas en seguir las recomendaciones de las autoridades tras una insolación que vivió una de ellas: “tuve que llamar al médico que me ayudó a hidratarme y lo pase muy mal”, expresa González.
Cuidar a los niños y a las mascotas
También, Carlos Jusmet pone esmero en tomar precauciones. En especial, en lo que refiere a su hijo Cesc y su perro Balu:. “Hemos venido toda la familia a pasar unos días a Bakio, con este calor Bilbao tiene más lugares en la sombra, tiendas y terrazas donde airearse”, indica mientras refresca en una fuente al can. “Estoy muy gratamente sorprendido con todas las zonas que ofrece la villa para hidratarse", expresa el catalán Jusmet, quien no ha querido despedirse sin hacer un llamamiento para que los dueños cuiden de sus mascotas. “Hay que cuidarlas como si fuera tu hijo”, sentencia.
Las mujeres barakaldesas Amparo y Helena no se han dejado intimidar por el calor y han disfrutado de una mañana degustando pintxos y rodeando escaparates. “Es agotador”, confiesa Amparo a la espera de que “a la noche refresque”. “Las personas mayores debemos cuidarnos y enseñar a cuidarse a los más pequeños”, añaden Amparo y Helena, quienes reconocen alegremente que han cambiado el agua por el zurito. Tal y como advierte el refrán `Cada maestrillo tiene su librillo´ son variados los métodos de los bilbainos para evitar el acaloramiento, pero ninguno se ha resistido a celebrar este día soleado en la capital vizcaina.
