Son los lugares con mayor ratio de viviendas de uso esporádico de Euskadi según el Instituto Nacional de Estadística. Como las mareas de sus playas, la afluencia de visitantes arrasa en la temporada estival, pero en invierno logran una paz exclusiva. Por este motivo, cada vez son más los que deciden inscribirse en el censo municipal e instalarse durante todo el año en una de estas tres “joyas” bizkainas.

"Aquí tenemos un microclima". Así define Aitziber Gaztelurrutia el ambiente de la “Noble y Leal Villa” de Lekeitio que no para de encandilar almas. El lugar cuenta en su censo municipal con 7.000 habitantes pero durante el estío abunda notablemente esa cifra. La bilbaina, que dedica su tiempo en la Inmobiliaria Chomón, conoce Lekeitio como la palma de su mano y acude a diario a Barakaldo por motivos de trabajo. “Antes lo hacía en coche, ahora lo hago en Bizkaibus”, admite Aitziber, quien cree que es posible disfrutar del verano en esta localidad aunque uno tenga que trabajar en Bilbao.

Los 7.000 habitantes censados en Lekeitio aumentan de forma notable en verano. Borja Guerrero

Gran parte del público que extiende la toalla en las playas de Isuntza y Karraspio es euskaldun, pero también los hay que vienen de Francia, Alemania o de Madrid fascinados por conocer la icónica isla de San Nicolás. La agenda local plagada de conciertos y eventos augura un ambiente festivo, pero son las familias y los niños los que más disfrutan en este territorio.

 Según la experta que lleva años rastreando el mercado inmobiliario de la zona, todo este atractivo ha generado “una gran demanda” por obtener un inmueble en la preciada villa. “Hay mucho cliente de la zona de Eibar”, detalla Gaztelurrutia que acaba de vender un piso de 90m2 con garaje por 300.000 euros, reflejo del gran afán que despierta el municipio.

 No obstante, destaca que los jóvenes del pueblo cada día tienen más complicado predecir su futuro en el municipio debido al precio de la vivienda. Motivo por el que se están instalando en otros pueblos de Lea-Artibai. Sobre la carretera que atraviesa la merindad, la bilbaina expresa que “forma parte del encanto de la población” y espera con ganas la llegada del Antzar Eguna “es nuestra mejor carta de presentación”, declara.

 Tomar un txakoli con vistas a Gaztelugatxe

Bakio combina la paz del litorial con su situación a media hora de Bilbao. Borja Guerrero

Será por la playa, será por su txakoli autóctono o por colindar con la emblemática isla de San Juan de Gaztelugatxe. Bakio tiene una esencia particular que la convierte en otra “perla” de Bizkaia.

 Con un 29,2% de viviendas de uso estacional son muchos los que deciden residir en Bakio exclusivamente durante la temporada alta. Sin embargo, también los hay que disfrutan de pasear por su litoral durante todo el año. A tan solo media hora de la capital bizkaina permite conciliar la paz de la costa con el incesante trajín de la urbe.

 Este hermoso municipio posee una curiosa dualidad. Por un lado, cuenta con el turismo local de los vascos y vascas y de otros lugares del Estado que acostumbran a visitarlo, pero también cuenta con una corriente de viajeros internacionales que recién aterrizados en el aeropuerto de Loiu no se resisten en conocer Rocadragón, denominación ficticia de Gaztelugatxe en la exitosa serie Juego de Tronos. Por tanto, en Bakio se puede vivir un ambiente cosmopolita dentro de su arraigada tradición.

 “Es el lugar ideal para crecer”, expresa June. Esta joven de la localidad que trabaja en el sector turístico se considera “una auténtica afortunada” de residir en este distintivo lugar de la costa vasca. A pesar de que durante la época invernal su población cae notablemente “estoy muy a gusto en el pueblo y conservo la cuadrilla de toda la vida”, comenta la bakiotarra June, quien reconoce que obtener un inmueble en la zona “es muy caro”, pero que le compensa con tal de “permanecer en su tierra”. Será la magia de su singular playa.

Júbilo entre los más pequeños

Gorliz se deja vislumbrar como el tercer emplazamiento de Bizkaia con más viviendas de uso esporádico con un 23,3%. A pesar de su constante comparación con su colindante, la villa de Plentzia, los dos municipios conviven en plena armonía y hasta los paseantes de la arena no dudan a la hora de pasar de una a otra.

 “Cada vez son más las familias que ven en Gorliz un lugar para crecer junto a sus niños”, explica José Luís, quien está a punto de abrir una inmobiliaria en los aledaños. “Sigue siendo un lugar vacacional, pero el interés en comprar en el pueblo es total. Acaban de sacar pisos de obra nueva, a 600.000€, y prácticamente no quedan”, detalla el asesor inmobiliario.

 Visitantes de toda Euskadi se acercan a disfrutar de la calmada playa de Gorliz que “a pesar de estar a unos 400 metros del centro, satisface a muchísimas familias”, expresa José Luís, quien reconoce que “existe un problema a la hora de encontrar alquiler anual en el territorio”. También hay visitantes de Madrid u otras ciudades que ven en Gorliz un lugar idóneo para desconectar y muchos que escogen viviendas de uso turístico, como Airbnb, para su estancia.

Cruzar la muga

La pasión por los vascos por disfrutar de esta temporada no entiende de fronteras. Hay quienes “cruzan la muga” como puerta a su tiempo de ocio. Cantabria es líder con Noja en primer lugar –con un 47,7% de viviendas de uso esporádico– seguido por Laredo, Arnuero, Comillas… Parece ser que no nos alejamos demasiado de la lluvia. En la zona del valle del Ebro, Ezcaray y Jaca tienen especial relevancia.

 Estas tres “perlas” de Bizkaia son los lugares escogidos por los vascos para desconectar y su atractivo no resaltan solamente en el elevado precio indicado en la etiqueta de estos inmuebles. También, en el deseo de muchos que anhelan pasar el año entero en estas localidades. Habrá que vigilar bien los municipios de Bakio, Lekeitio y Gorliz. Nuestras perlas.

Vivienda vacía

El INE establece como domicilio deshabitado aquel que no dispone de contacto de suministro eléctrico o el que el consumo medio es de 15 días/año.

Vivienda de uso esporádico

Considerado cuando su consumo eléctrico permanece entre 251kwh (1 mes) y 750 kwh (3 meses)