¿Denunciaría el hecho si fuera víctima de un robo o una agresión? Es posible que, ante esa pregunta, la mayoría de las personas respondieran que de forma afirmativa. De hecho, según la encuesta sobre percepción de seguridad y victimización elaborada por el Ayuntamiento de Bilbao, el 91% de los bilbainos afirma que sí lo harían. Se trata, sin embargo, de una respuesta a una situación hipotética que se da de bruces con la realidad: la mayoría de las víctimas de un delito no interpone una denuncia.

La tendencia es, además, a la baja: hace cinco años denunciaba el 46,1% de las víctimas de un delito y actualmente ese porcentaje ha descendido hasta el 40%. Lo hacen más las mujeres –el 41,7%– que los hombres –el 38,2%–, y las personas de entre 20 y 30 años –el 49,8%–; entre los menores de 19, solo lo hace el 15%.

Por distritos, Basurto-Zorrotza es donde más denuncian se presentan –lo hizo más de la mitad de las víctimas que viven aquí– mientras que en Abando no llegaron a hacerlo ni siquiera uno de cada tres afectados.

La falta de confianza está detrás de la mayoría de los casos en los que no se presenta denuncia; hay muchas personas que creen que con ello no se consigue nada, aunque también hay quien considera que el hecho era poco importante o para quien el trámite supone demasiadas molestias. Los que menos confían en que llevar a cabo este trámite sirva para algo son los vecinos de Abando –así lo considera el 53% de los que sufrieron un delito y no llegaron a interponer denuncia–; los que más importancia a la gravedad del hecho son los de Basurto-Zorrotza, para los de Begoña suponen muchas molestias, y los vecinos de Rekalde son los que menos confían en la policía.

Entre los que sí lo hicieron, optaron mayoritariamente por la Ertzaintza, seguida en segundo lugar por la Policía Municipal, sobre todo por ser la institución más próxima. En Deusto fue donde más se recurrió a la Ertzaintza –en un 70% de los casos– mientras que Ibaiondo fue donde más se solicitó la presencia de los agentes municipales. Eso sí; en siete de cada diez casos no se logró solucionar o aclarar los hechos, aunque la efectividad policial también muestra diferencias dependiendo del lugar de residencia: mientras que en Begoña se solucionaron el 27,3% de los incidentes, en Rekalde apenas se superó el 10,5%.

En el último año, casi una cuarta parte de los bilbainos ha tenido que ponerse en contacto con la Policía Municipal. El trato recibido en estos casos sigue estando bien valorado: los ciudadanos lo puntúan con un 7,25 sobre 10, siendo las personas de entre 20 y 30 años, y los mayores que mejor nota les otorgan, mientras que los menores de 19 son los más descontentos. Eso sí, la satisfacción con la que se resuelven las denuncias o problemas que se les plantean es algo inferior, ya que cae hasta un 6,45.

La nota ronda el notable

Asimismo, la valoración de los servicios policiales ofrecidos por este cuerpo ronda el notable, con una nota de 6,92 y el 73,1% de las personas encuestadas señala que la eficacia de la Policía Municipal en los últimos años ha mejorado o se mantiene.

La ciudadanía destaca como sus puntos fuertes el hecho de que se trate de un cuerpo cercano y amable, así como su presencia en la calle y la sensación de seguridad que ofrecen, además de su rápida llegada al lugar de los hechos. Por contra, consideran que son desagradables y prepotentes, que no se les ve patrullando por la calle a pie, la falta de agentes y que tardan mucho en acudir cuando se recurre a ellos.

En cualquier caso, la mayoría de los bilbainos ven más patrullas de la Policía Municipal en las calles que hace unos años, un aspecto que para la mayoría de ellos es positivo y solo el 27,1% de los encuestados considera negativo, aunque se trata de un porcentaje que ha seguido una progresión ascendente de siete puntos en el último año.

Al detalle

Uniformes

Valoración. La pulcritud y limpieza de los uniformes es el aspecto mejor valorado de la Policía Municipal (8,6), seguido de la disponibilidad para ayudar (7,39), la profesionalidad de los agentes (7,24), la cercanía al ciudadano (7,2), la amabilidad en el trato (7,16) y la eficacia en la resolución de problemas (6,6).