El incremento de los intentos de suicidio ha llevado al área de Seguridad del Ayuntamiento de Bilbao a adquirir un nuevo colchón de salvamento, que permita actuar en espacios reducidos y patios interiores. En lo que va de año, el servicio municipal de bomberos de la capital vizcaina ha intervenido en 129 actuaciones por este motivo.

Para este tipo de intervenciones, actualmente el servicio de bomberos dispone de un furgón de colchones de salvamento, el S-12. Está equipado con dos colchones: uno que puede soportar caídas de hasta 35 metros y otra para 25, además de otro equipamiento para rescates en altura y soporte vital básico.

Este tipo de colchonestas hinchables están diseñadas para amortiguar los efectos del golpe contra el suelo que reciben las personas que se precipitan desde lugares altos para terminar con su vida.

El colchón que se va a adquirir el próximo año está pensado para actuar en espacios más reducidos, como patios interiores, en los que hoy en día no se puede actuar, por sus dimensiones más grandes, con los colchones de los que se dispone hoy en día.

“Los colchones con los que actuamos están diseñados para soportar caídas de diferentes alturas; este nuevo, aunque es para hasta 16 metros, es más pequeño y adecuado para actuar en espacios como patios interiores”, explica Amaia Arregi, concejala de Seguridad del Ayuntamiento de Bilbao.

La nueva adquisición está motivada por el incremento que están experimentando los intentos de suicidio en la capital vizcaina, en línea con lo que ocurre en el resto de Euskadi, donde se calcula que se produce uno cada dos días. Solo en Bilbao, los bomberos municipales han tenido que actuar en 129 ocasiones para intentar evitar que una persona terminara con su vida en lo que va de año. “Para esta mejor dotados para hacer frente a este fenómeno necesitamos contar con colchones de diferentes medidas; debemos tener los medios más adecuados para actuar en cada circunstancia”, enfatiza Arregi.

Además de incorporar nuevo material técnico para hacer frente a esta situación, la formación en autolíticos es una de las prioridades del servicio también en materia formativa. De hecho, la semana que viene los agentes que componen el cuerpo recibirán un curso específico sobre ello.

El año pasado 148 personas fallecieron por suicidio en Euskadi, 71 en Bizkaia. De ellas, 48 eran hombres y 23 mujeres. Por edades, ocho tenían menos de 30 años –dos no llegaban a los 19– y 32, entre 40 y 60. Otras siete eran ya octogenarias y una había superado los 90 años. De hecho, el suicidio es la primera causa de muerte no natural y la segunda causa de muerte entre los jóvenes de entre 14 y 29 años, aunque la mayor proporción de suicidios ocurre entre los adultos de entre 40 y 59 años.

El servicio de teleasistencia betiON del Gobierno vasco registra al mes, unas cinco tentativas de suicidio entre sus usuarios, ya sea a través de llamadas o cuando se produce una emergencia. Cuando eso ocurre, se activa un protocolo para hacerle un seguimiento a través de visitas y llamadas.