La capital vizcaina no ha destacado nunca por ser una ciudad repleta de luces de neón, pero la reducción de la iluminación en escaparates de comercios y en edificios públicos se empieza ya a notar en las calles de una ciudad que poco a poco se prepara para celebrar sus fiestas. En este sentido, el sector comercial bilbaino se muestra preocupado y teme en las consecuencias que acarreará en la vida de la ciudad la reducción en el horario de apagado de las luces de los escaparates de los establecimientos. “Las medidas que ha tomado el Gobierno para ahorrar en consumo de energía no solo no invitan al consumo, sino que además recorrer las calles en invierno con poca luz va a ser poco seguro y nada apetecible para los ciudadanos”, asegura el gerente de la asociación comercial de Bilbao Centro, Jorge Aio. Por eso, en su opinión, será necesario analizar cómo quedan las calles de capital vizcaina. “No podemos dejar sin luz algunas zonas de la ciudad”, lanza. El presidente de Bilbao Dendak, Rafa Gardeazabal, también considera que la reducción de tiempo de luz en los escaparates de edificios públicos puede generar una mayor inseguridad en algunas vías de la capital vizcaina. Por eso, en su opinión cree imprescindible “reclamar a las instituciones que suplan esa falta de iluminación en aquellas zonas comerciales en las que a partir de ahora las luces de los escaparates se van a apagar a las diez”. Gardeazabal apela a las instituciones a suplir la falta de luz en las calles que, que con la llegada del invierno, se quedarán desangeladas. Incluso, en opinión de Gardeazabal, será necesario “reforzar la seguridad” en algunas zonas comerciales porque la falta de luz puede propiciar a un incremento en los robos en esos establecimientos. “No creo que la normativa del Gobierno para reducir el consumo energético sea una medida grave, aunque a partir de noviembre alguna institución deberá dar un paso adelante para suplir esa falta de luz que va a dejar el comercio en la ciudad”.

Por su parte, el Consistorio bilbaino confirmó que “la planificación del alumbrado público no depende de la iluminación de tiendas o escaparates comerciales. En este sentido, el Ayuntamiento cumplirá con la normativa y se adaptará a las necesidades de la vía pública” en lo que a iluminación se refiere.

Desde la asociación de comerciantes del Casco Viejo, su presidenta, Rosa Pardo también considera necesario aumentar la luz en la vía pública para evitar que algunas calles como por ejemplo Somera, en el Casco Viejo, no se queden en penumbra. “Hay vecinos que aseguran tener miedo de pasar por algunas calles. Ese temor se puede suplir con una iluminación adecuada de esas zonas. Es necesario buscar un equilibro y aunque el comercio lleva tiempo apagando antes sus luces, las calles deben tener luz para evitar la sensación de inseguridad”, apunta.