Melchor, Gaspar y Baltasar: “Hay que donar los juguetes que no se usan para que otras personas puedan disfrutar de ellos”
Los Reyes Magos de Oriente ya están en Bilbao y ultiman los detalles para salir hoy desde la Gran Vía, a las 18.00 horas, en una Cabalgata con más de once carrozas
Bilbao - Recién llegados de su largo viaje desde Oriente y repletos de alegría e ilusión, los tres Reyes Magos están con las pilas cargadas para recorrer la Gran Vía, a las 18.00 horas, y después, durante la noche, miles de hogares. Recuerdan la importancia de reciclar y aseguran que “aquí nos piden cosas para estar en contacto con la naturaleza más que en cualquier otro lugar”.
¿Cómo les ha ido en el viaje?
-GASPAR: La verdad que divinamente. Hemos venido en avión porque traer camellos desde Oriente creemos que es torturar al animal.
-BALTASAR: Pero ha hecho mucho frío por el camino.
Hoy lanzarán 3,5 toneladas de caramelos. ¿No se han pasado?
-MELCHOR: Son muchos, sí, pero seguro que faltan porque los menores y jóvenes, aitas, amas, aitites y amamas siempre están a tope cogiendo caramelos.
-G.: Además, lo bueno es que son sin gluten y que los lanza la última carroza con lo cual no se corre el riesgo de que los niños se metan debajo de las carrozas. La verdad que los más pequeños son como lagartijas...
-M.: Que tiren los caramelos al final también se lo agradecemos al Ayuntamiento porque nos ayudó a tomar esa decisión. Además, también es mucho más seguro para todas las personas que trabajan ese día.
-G.: Así la gente también está atenta y saben el momento exacto en el que tienen que abrir los paraguas y ponerlos boca abajo (risas).
¿Qué es lo que más han pedido los más pequeños este año?
-M.: Hay niños que ya empiezan a pedir un móvil, pero se sigue pidiendo de todo. El juguete tradicional, el que tiene pilas, los muñecos?
-G.: Lo que sí que hemos notado, por ejemplo, es que ya hay más niños que también se animan a pedir un muñeco o muñeca. Supongo que será porque poco a poco van mostrando conciencia de que cuidar a un bebé es también trabajo de los padres. Creemos que si sabes cambiar un pañal desde pequeño, cuando seas mayor podrás colaborar cuando toque hacerlo de verdad.
-M.: De todas maneras, el juguete que se construye para luego jugar y luego volver a deconstruirlo para jugar a otra cosa o meter una pila para que funcione también está funcionando muy bien.
Y a ustedes, ¿qué es lo que más les gusta regalar?
-M.: El regalo fundamental es cuando se necesita ejercer el músculo.
-G.: Especifica, Mel. Los balones, bicicletas, raquetas...
-M.: Sí que es verdad que cuando la creatividad entra a formar parte del juego siempre nos agrada.
¿Cómo definirían a los niños de la capital vizcaina?
-B.: Muy juguetones.
-M.: Balta, pero eso no solo los niños. Las familias bilbainas en general son muy juguetonas...
-G.: Los niños son niños y si hay algo que les caracteriza es posiblemente un cierto regusto y amor por la naturaleza, porque aquí en el País Vasco se vive rodeado de ella. Por eso tienen conciencia de pedir cosas para subir al monte. Palos de trekking, bicicletas o zapatillas de running. Aquí nos piden más cosas para estar en contacto con la naturaleza que en cualquier otro lugar. Eso sí que lo notamos.
¿Cuál es su deseo para este año que acaba de comenzar?
-M.: Uno de los grandes deseos para el mundo entero siempre será la paz. A los niños de Bilbao les pedimos que no dejen de jugar con los juguetes que han pedido. En el caso de que dejen de jugar con ellos, que los lleven al banco de juguetes.
-G.: Siempre hemos dicho que los juguetes que no se utilizan se aburren. De hecho, los juguetes siempre nos escriben para quejarse de ello. Siempre dicen que llevan medio año metidos en el armario porque no les hacen caso y eso no es justo. Los juguetes que no se utilicen hay que donarlos para que haya otros niños que puedan disfrutar de ellos.
Traen ilusión y magia a la ciudad pero la tolerancia hay que seguir trabajándola.
-G.: Más que nunca.
¿Qué expectativas tienen para el día de hoy?
-M.: Tenemos ganas de ver a los niños porque sus ojos cuando nos gritan, pidiéndonos de todo, es lo mejor. Nos preocupa no dirigirnos a todos.
-B.: A veces no sabemos ni a donde mirar porque hay tantísima gente?
¿Suelen intentar hacer contacto visual con los más pequeños?
-B.: Sí, pero no solo con los niños, también lo intentamos con adultos.
-G.: Es divertido porque de repente ves que pasan de tener 40 años a tener 4 y medio y nos miran con la misma magia que el niño que tienen sobre los hombros
-M.: Muchos adultos también nos piden que miremos a su hijo y cuando detectamos que hemos conectado con un niño y se da cuenta de que le estás mirando siempre pensamos: Lo he conseguido.
-B.: Solemos procurar señalarles o saludarles y si lo conseguimos para nosotros es muy gratificante.
¿Algún consejo para esta noche?
-M.: Que por supuesto no nos esperen despiertos, que recojan su habitación y que por favor no nos pongan alcohol.
-G.: Y que mañana reciclen los envoltorios de los regalos. Que reciclen el plástico y el cartón.
“Pedimos que mañana se reciclen los envoltorios de los regalos y que esta noche no nos pongan alcohol”
“Aquí nos piden más cosas para estar en contacto con la naturaleza que en cualquier otro lugar”
“Lo que más nos gusta regalar son los de siempre, los tradicionales: la bicicleta o el balón, por ejemplo”