AIRE puro, repleto de esperanza que ayuda a sanar a quien la enfermedad le ha puesto la zancadilla en la vida. Eso es lo que necesitan las personas enfermas de fibrosis quística, una dolencia hereditaria y degenerativa que afecta fundamentalmente a los pulmones y al sistema digestivo. El Sagradito, en Sabino Arana de Bilbao, acogió el jueves un pintxo solidario organizado por Lions Club Bilbao para recaudar fondos en apoyo a las personas que padecen esta enfermedad denominada rara.

Un centenar de personas participaron en el evento y regalaron bocanadas de oxígeno solidario a los enfermos que agradecieron el apoyo y la participación desinteresada. “Lo importante es colaborar y dar voz a todas las causas y, sobre todo, a las más desprotegidas porque se colabora muy poco con ellas”, relató la bailarina y profesora de ballet clásico Teresa González, que acudió con su hijo al pintxo pote. La fibrosis quística es una enfermedad minoritaria; en Euskadi son alrededor de 120 las personas aquejadas de esta dolencia, medio centenar residen en Bizkaia.

Andrea López es una luchadora, una heroína sin capa que derrocha positivismo y que canta como los ángeles. Con 25 años padece fibrosis quística y el jueves estuvo en el evento solidario en el que compartió su historia en un ambiente distendido y entre amigos... “Estos actos son muy importantes porque nos ayudan para dar a conocer lo que nos pasa. Es una enfermedad tan compleja como desconocida. En mi caso, estoy esperando un transplante bi pulmonar, pero estoy animada. Sé que pronto llegará el día y pueda sentirme mejor”, apuntó la joven.

Iker Corrales y Leire Rodríguez son los responsables de El Sagradito y dos personas muy volcadas por la causa. “Tenemos un sobrino de cuatro años con fibrosis quística y hace unos meses sacamos una pulseras para recaudar dinero”, describió Iker. Por el momento ya han recaudado más de 1.300 euros que irán a parar a la asociación Arnasa.

Ermitas Enríquez, que forma parte de la asociación, se mostraba emocionaba por el apoyo recibido. “Es una enfermedad muy costosa. Los enfermos necesitan hacer fisioterapia dos veces al día para mantener su función pulmonar y desde la asociación les enviamos un profesional a domicilio”, relató. Ana Ilarduya también brindó por la asociación y por su hijo, ingresado en la actualidad por una complicación pulmonar. “Es una enfermedad que mina mucho a los pacientes y a los familiares. Estamos en la calle porque necesitamos que nos tengan en cuenta y que nos apoyen”, explicó. El presidente de Lions Club Bilbao, Borja Elorza, agradeció la participación y el apoyo de las empresas, restaurantes y de las personas que han hecho posible que en un pintxo pote se sustituya medicina por aire puro que saca sonrisas.