Bilbao - El proyecto para levantar un restaurante mirador con embarcadero sobre la ría en la zona de Abandoibarra no cuenta con el beneplácito de las instituciones. Dirección de Costas, competente en dar luz verde a este tipo de iniciativas, ha denegado la autorización presentada por Eslora Proyectos basándose en los informes emitidos por las diferentes instituciones implicadas. En este caso, han sido la Oficina de Cuencas Cantábricas Occidentales y la Dirección de Planificación y Obras de la Agencia Vasca del Agua las entidades que se han mostrado en contra de conceder el permiso de ocupación de 230 metros cuadrados de dominio público.
El novedoso proyecto fue presentado hace más de un año en las oficinas de la entidad dependiente del Gobierno español, que tras un plazo de exposición pública ha dirimido sobre la conveniencia de diseñar el local tras solicitar los respectivos informes a diferentes administraciones. Según trascendió entonces, el Ayuntamiento de Bilbao requirió que modificaran el proyecto para poder autorizarlo, ya que no cumplía con la normativa urbanística municipal: el bosquejo del local rebasaba la cota máxima de 4,5 metros permitida para el forjado del techo.
La iniciativa, diseñada por el arquitecto Carlos Albisu con un coste aproximado de 400.000 euros, pertenece a Eslora Proyectos, una de las promotoras del edificio Museoalde, ubicado a escasos metros del restaurante que finalmente no se edificará.
Cuando se ideó el proyecto levantó gran polvareda al estar planteado en una zona de mucho tránsito de gente, en el paseo de Abandoibarra, cerca del Museo Guggenheim y junto a la estatua de Ramón Rubial. De hecho, motivó una comparecencia en el Ayuntamiento de Bilbao, en la que intervinieron varios concejales del equipo de gobierno para mostrar su posicionamiento a los partidos de la oposición, que evidenciaron su rechazo.
En dicha sesión, Asier Abaunza, concejal de Planificación Urbana, explicó que aunque la iniciativa cumplía con el condicionante de no superar el 2% de la zona verde o espacio libre del entorno, la cara superior del forjado del techo sobrepasaba los 4,5 metros permitidos. Además, señaló que aunque cumpliera con este requisito, la ejecución de la obra y el ejercicio de la actividad de hostelería deberían precisar de las licencias municipales respectivas.
Por su parte, el edil Ricardo Barkala, presidente a su vez del Consorcio de Aguas de Bilbao Bizkaia, señaló que la edificación proyectada se ubicaba en parte sobre las instalaciones de la entidad, lo que comprometía su emplazamiento. - Ane Araluzea