BILBAO - La calidad del aire en Bilbao es buena pero mejorable. En un mes Bilbao implantará una de las primeras medidas del Plan de Movilidad Urbana Sostenible (PMUS) que reducirá la velocidad en la mayoría de las calles de la ciudad a treinta kilómetros por hora. Junto a esta iniciativa la bicicleta adquirirá un protagonismo relevante y se darán los pasos para la electrificación del transporte. Según Alfonso Gil todo ello para hacer una ciudad más sostenible. Así, el PMUS plantea estudiar la implantación de un peaje para entrar en la ciudad si hay alerta de contaminación medioambiental, una medida que se implantaría en casos excepcionales como lo ocurrido hace un año en Madrid.
La calidad del aire en Bilbao es muy buena, según apunta la concejala de Medio Ambiente, Inés Ibáñez de Maeztu. “Ni por asomo se producen situaciones como lo ocurrido en Madrid cuando los altos índices de contaminación obligaron a restringir la entrada de coches en la ciudad”.
Según explica la edil socialista, entonces los niveles de dióxido de nitrógeno registraron cifras en Madrid superiores a los 180 microorganismos por metro cúbico frente a los veinte miligramos por metro cúbico que se registran en Bilbao habitualmente. De hecho, la ley de Calidad del Aire establece como buena la calidad del aire si no se superan los cuarenta microorganismos por metro cúbico.
Solo en una ocasión en 2016 se superaron en un punto de una de las estaciones de medición los niveles permitidos. “Fue por muy poco, en la estación medidora de María Díaz Haro. Se llegó a los 41 miligramos por metro cúbico de NO2 asociado al tráfico”. Esta circunstancia, sin embargo, obliga a las instituciones a poner en marcha un plan de mejora de la calidad del aire con medidas que permitan testar cuáles son efectivas en lo que se refiere a disminución de la contaminación.
En la junta de gobierno municipal de la pasada semana se llevó para su aprobación el plan previsto por el Consistorio, pero se tiene que consensuar con las iniciativas dependientes tanto de la Diputación de Bizkaia como del Gobierno vasco.
“Se trata de modelizar situaciones piloto para ver si disminuye el dióxido nitrógeno que causan los vehículos y que es uno de los principales contaminantes del aire”, explica la concejala de Medio Ambiente.
En la última década, principalmente por el descenso de emisiones industriales por el cierre de instalaciones por la crisis, por el empleo de tecnologías más limpias, y por una normativa progresivamente más rigurosa han disminuido notablemente las emisiones de las principales sustancias contaminantes en el periodo estudiado.
Dentro del descenso de emisiones destaca el de los óxidos de azufre (SOx, asociados al uso de combustibles fósiles en actividades industriales y transportes), con una disminución en diez años del 62%; del 34% del óxido de nitrógeno (NOx, sustancias acidificantes) y del 27%, del dióxido de carbono (CO2, causante del efecto cambio climático).
En cuanto a la evolución de la calidad del aire en Euskadi, se vuelve a constatar el descenso de sustancias como el dióxido de azufre (SO2) y el monóxido de carbono (CO), que ya han dejado de ser contaminantes prevalentes, una tendencia observada en toda Europa. También se observa la progresiva reducción de los niveles de dióxido de nitrógeno. Actualmente la red de vigilancia de Bilbao, cuya dirección es competencia del Gobierno vasco, cuenta con cuatro estaciones en la ciudad en Mazarredo, Parque Europa, María Díaz de Haro y Arraitz en las que se miden los índices de contaminantes como dióxido de nitrógeno, dióxido de azufre particular u ozono.
Ahora, el Plan de Movilidad Urbana Sostenible que el Ayuntamiento va a presentar en los próximos días introduce algunas medidas que redundarán aún más en la persecución de un Bilbao sostenible. La primera de ellas se implantará el 30 de mayo y reducirá de la velocidad en las principales calles de la villa a treinta kilómetros por hora.
Se trata de tranquilizar el tráfico y garantizar con ello menos ruido, menos accidentes y menos contaminación. Tanto en el Campo Volantín como en Irala ya se ha ensayado esta iniciativa que se extenderá a más de 51 vías urbanas. Además, en esta estrategia de movilidad, la bicicleta tendrá un mayor protagonismo. Los contaminantes esenciales en la ciudad son los que provocan los vehículos por lo que una apuesta por la bicicleta como medio de transporte es fundamental para conseguir un Bilbao menos contaminado. Este año se incrementarán los puntos de préstamos de bicicletas y todas ellas serán eléctricas lo que permitirá que se usen para conectar también los barrios altos.