Bilbao- El alcalde de Bilbao, Juan Mari Aburto, está satisfecho de que las obras del canal hayan empezado aunque teme que siempre oirá la coletilla, con tres años de retraso. Confiesa que es un proyecto que le ha dolido especialmente y asegura que “sí o sí el canal estará terminado el próximo año”.

En 2018 se cumplirá por fin un hito que va a cambiar la idea de la ciudad, Bilbao tendrá una isla, ¿podemos pensar ya en canoas por los canales?

-Es un proyecto que me ha dolido especialmente. Llegué al Ayuntamiento con un proyecto adjudicado, en marcha, y estamos hablando de 2018 y seguimos hablando de un proyecto. Esto tiene el peligro de que la ciudadanía pueda no confiar cuando tantas veces se insiste en una cosa y no se materializa. Por eso 2018 ese proyecto tiene que estar concluido sí o sí y tiene que ser el comienzo de lo que Zorrotzaurre va a ser en un futuro. Ya están trabajando y me satisface aunque siempre se oirá: con tres años de retraso. Pero me satisface porque es algo en lo que creo. Cuando hemos contado en Londres que una península vamos a convertir en isla es algo que llama la atención, pero tiene también componentes medioambientales como por ejemplo la reducción de riesgos de inundabilidad.

¿Y llegará la playa?

-Tenemos que ser ambiciosos y tenemos que tener playa. Lo importante es que al final en Bilbao podamos tener una playa, puede haber un proyecto de futuro que sea ese. Y en el entorno de Elorrieta, en un futuro pueden aparecer esas piscinas, un lugar vinculado al ocio, al baño. Hace 30 años era impensable pero hace 100 ya existía y ahora volvemos a pensar en eso. Es un indicador de que Bilbao evoluciona. No es algo ilusorio, es real.

¿Ha tenido noticias del inversor que tiene previsto crear un centro de ocio con una piscina y túnel de viento en el dique del Museo Marítimo?

-Es un proyecto que conocemos y la inversión es absolutamente privada. En estos momentos cuenta con el beneplácito de costas y puede ser realizable. Yo personalmente no me he reunido, pero desde alcaldía y obras y servicios sí han tenido relación con él.

¿Sabía que no había radares en Alameda Rekalde?

-No. No sabía, pero hay muchas cosas que puedo no saber. Digo que no sabía, pero no me sorprende, porque he estado en Interior y sé que en todos los sitios donde hay una caja no hay un radar. Lo que quiere decir es que puede haber. Y en ese espacio esos radares junto con la habilitación de los aparcamientos nocturnos ha producido una tranquilización del tráfico. Es triste que a veces para que el objetivo se cumpla tiene que haber sanción. Pero así es. Se están dando los pasos para que se pongan los radares. Creo que es una situación que se ha sacado un poco de contexto. Lo importante es que está mejor.

El Supremo no ha admitido los recursos contra la denuncia por el Mercadona de Miribilla. ¿Temen que haya que pagar una indemnización?

-Hay que esperar, lo que ha ocurrido es que ha habido una sentencia definitiva sobre el planeamiento. A partir de ahí se van a abrir dos pleitos: uno sobre la licencia de obra y otro sobre la licencia de actividad y hay que esperar a ver cómo se producen, cómo son las sentencias y cómo es la ejecución de la sentencia. No hay nada definido sobre cuál vaya a ser el final.

Pero ya habla de urbanismo a la carta.

-Ha habido una modificación procesal con respecto a los recursos que hace que en estos momento sea muy difíciles admitirlos. Sabíamos que esa posibilidad estaba ahí. De lo que la sentencia habla es de un urbanismo a la carta, sí, pero creo que obvia una cosa y es que había un fin público que era el servicio público de educación, porque hablamos de una ikastola concertada que está prestando un servicio y creo que la sentencia lo obvia, en mi humilde opinión, pero hay que esperar a lo que digan los tribunales.