BILBAO - Los fallos que se están produciendo tampoco están saliendo gratis a la empresa concesionaria del servicio de OTA en Bilbao. El Ayuntamiento ha abierto hasta octubre ocho expedientes a la empresa encargada de la OTA, con un total de 121.473 euros de penalización. Los técnicos del Consistorio consideran, además, que la concesionaria del servicio de aparcamiento regulado “no va a cumplir” el segundo planning de gestión para solucionar antes de final de año las deficiencias aún existentes en el servicio. A pesar de los requerimientos de la oposición, Gil no explicitó si el incumplimiento de las condiciones provocaría el cambio de contrato. “Soy optimista y creo que los fallos se subsanarán”, dijo.

En la oferta de la contrata actual se establecía que el periodo de transición sería hasta agosto y a partir de ahí se entraría en un régimen transitorio de penalización hasta que se cumpla los extremos que se piden en el contrato y es precisamente lo que ha provocado los ocho expedientes a los que ayer se refirió el concejal de Movilidad.

Gil apuntó que ha habido que hacer “muchos cambios en un tiempo muy corto”, y lamentó que la anterior empresa encargada del servicio “no lo ha puesto fácil” y que la actual “tampoco lo ha tenido sencillo”. En este sentido añadió que “el comité de coordinación ha sido horroroso, no ha puesto nadie nada de su parte”. Hay que recordar que precisamente la actual concesionaria fue la segunda finalista en el concurso y que accedió a la gestión de la OTA tras ser retirada la inicial UTE ganadora el contrato, asunto que está pendiente de los tribunales.

Gil señaló que el servicio implantado “no perjudica al usuario, sino que gana la ciudad” y que no tiene un fin recaudatorio, sino “trasladar la conciencia crítica de cómo gestionamos el espacio público”. “Quiero que los coches roten, que no estén cinco horas parados como una lapa. El espacio es público, es de todos”, resaltó. En este sentido, explicó también que “no se devuelve dinero porque ahora es una tasa y no es posible, pero es que además devolvemos el tiempo y penalizamos porque queremos fomentar la rotación”. Dijo que “se trata de una apuesta arriesgada, pero con un Plan de Movilidad en ciernes, y unos cambios muy importantes en la ciudad, no asumir este reto tecnológico hubiera sido un despropósito”, reconoció.

El concejal delegado del Área de Movilidad y Sostenibilidad criticó que se hayan producido seis agresiones “de carácter leve” a trabajadores de la OTA hasta el 3 de noviembre, según un informe de la empresa. “Tocar a un trabajador de la OTA es hacerlo a alguien que realiza un servicio público”, enfatizó. Para EH Bildu, “esta sí es una consecuencia grave de la puesta en marcha de esta nueva OTA”.

Sobre el importe a pagar para retirar una multa, Gil dijo que el Consistorio no busca “recaudar”, sino la “sostenibilidad del sistema”, y puso en valor que el 65% de los ciudadanos de Bilbao apueste por ir a pie para desplazarse. “No hay ciudad en el mundo con nuestras características que tengan este parámetro”, comentó.

El edil terminó convencido de que “el sistema merece la pena y va más allá de regular el aparcamiento sino que pretende conocer es espacio en Bilbao”.