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El Parque de Atracciones de Bilbao será demolido en otoño

A pesar de la seguridad privada y las verjas, siguen entrando personas a las instalaciones del monte Ganguren La Diputación destinará 1,5 millones de euros al derribo este año y el próximo

El Parque de Atracciones de Bilbao será demolido en otoñoJosé Mari Martínez

Bilbao - La Diputación de Bizkaia iniciará el próximo otoño el derribo del viejo Parque de Atracciones de Bilbao ubicado en la zona de Ganguren y que permanece clausurado desde que cesó su actividad en 1990. La presencia cada vez mayor de intrusos que saltan las vallas del recinto y se ponen en peligro ha acelerado la decisión de la Diputación,

Según indicaron fuentes del ente foral, en uno de los próximos consejos de gobierno se aprobará la autorización de gasto plurianual para acometer la demolición que se llevará a cabo durante el presente año y 2018. El presupuesto inicial del proceso de demolición supondrá un máximo de 1,5 millones de euros de las arcas públicas.

El derribo de las instalaciones de ocio que durante muchos años sirvieron de diversión a miles de vizcainos fue un compromiso que adoptó el equipo de Unai Rementeria en la campaña electoral de hace dos años. En esta primera mitad de la legislatura, la Diputación ya dispuso una partida para la operación en las cuentas del pasado ejercicio pero finalmente no se concretó. Fuentes forales indicaron ayer que se “decidió priorizar el gasto aparcando aquellos proyectos que no se consideraban prioritarios”.

Ahora parece que ya es la definitiva y además se hace necesaria la intervención debido a que el ente foral está detectando cada vez más número de incursiones ilegales en el recinto, que además suponen un grave peligro para esos invasores.

Incursiones ilegales peligrosas Según indicaron fuentes forales “está prohibido acceder al antiguo recinto de atracciones, por el riesgo que representa la posible caída de planchas metálicas de los tejados, por el deterioro de las estructuras, o la presencia de cristales rotos y otros objetos punzantes”.

Unas incursiones que se llevan a cabo a pesar de que todo su perímetro está vallado para evitar la entrada, se mantiene una vigilancia continua por medio de guardas jurados y existen carteles que prohíben el acceso de manera taxativa. Las fuentes referidas indicaron que “existen claros indicios de que aún hay personas que entran al recinto poniendo en riesgo su propia integridad. Por ello, y a fin de atajar este tipo de situaciones la Diputación retoma el procedimiento para derribar las instalaciones”.

La pretensión inicial es que el consejo de gobierno foral apruebe una partida de 400.000 euros para iniciar la demolición el otoño próximo y el restante 1,1 millones se invertirán a lo largo de 2018 para dejar libre de instalaciones el gran solar de diez hectáreas donde se asentaba el viejo centro de atracciones.

La Dirección General de Presupuestos, Patrimonio y Finanzas iniciará los expedientes para contratar la dirección de obra y ejecutar tanto la demolición como el posterior desescombro.

A pesar de que en su momento fue “el más moderno y uno de los mejores parques de atracciones de Europa”, la escasa afluencia de visitantes condujo a su cierre el 9 de febrero de 1990, tras quince años en activo.