Bilbao - “Es motivo de orgullo para todos los implicados”, afirma sin rubor. Y no es de extrañar ya que las instituciones llevan más de dos décadas intentando crear sin éxito este ente que organice de una vez los transportes públicos.

Por fin. ¿Esta es la definitiva?

-Creo que sí. Hasta ahora no había habido la unión política suficiente para ponerla en marcha, ahora tenemos esa unión entre PNV y PSE y el impulso político suficiente para sacarla adelante.

¿De qué van a ser capaces?

-¿Lo esencial? De trabajar en conjunto, porque así se sacan adelante unos objetivos que además son compromiso programático de los dos partidos. Tenemos muy claro que es necesario ya ordenar el transporte público de Bizkaia.

Y, entiendo que hay necesidades prácticas además de políticas.

-Ahora mismo, con el desarrollo de Bizkaibus, tres líneas de metro, el tranvía, Bilbobus... el transporte público está muy maduro. Ya se llega a todas partes y todos los operadores dan un gran servicio.

Pero ha crecido un poco de forma anárquica, sin coordinación. ¿no?

-Cada institución y operador han ido por su cuenta, sí, y eso supone ineficiencias, duplicidades y otros problemas. Pero estamos seguros de que, con el mismo dinero del que ahora disponemos, podemos hacer más cosas y racionalizar el servicio.

¿Se va a mantener las competencias de cada institución?

-Sí, se mantendrán.

Pero será muy difícil que ejerza como autoridad ejecutiva la AMB.

-Va a ejercer, pero no al inicio.

Explíquelo, por favor.

-Nadie cuestiona las competencias. Cada uno es experto en sus líneas y zonas de actuación por lo que hay que ir analizando los temas de forma conjunta, igual que a la hora de tomar las decisiones. Eso iniciará un camino de maduración que, con los años, dará a la AMB más poder ejecutivo, de una forma natural.

Y ¿se mantendrá el déficit de las instituciones en el transporte?

-El problema no es que haya déficit, se sobreentiende que haya, la cuestión es si esas pérdidas económicas son razonables. No podemos dar una frecuencia cada tres minutos en cualquier sitio de Bizkaia.

Es inviable.

-Pero, por ejemplo, Bizkaibus llega a poblaciones muy pequeñas, de poca movilidad, y debe ir porque la Diputación tiene la misión principal de vertebrar el territorio, de llegar a todas partes.

¿Cuánto cuesta eso al ente foral?

-Este año para acabar la linea 3, mantener Metro Bilbao y Bizkaibus, 138 millones de euros, y es lo habitual cada año. Y el Gobierno vasco también pone dinero para el metro y la línea 3 y financia solo Euskotren y el tranvía, el Ayuntamiento para Bilbobus...

Mucho dinero.

-Es una cantidad impactante. Porque no solo cuesta hacer una línea de metro, luego durante años hay que pagar los préstamos, su mantenimiento para dar servicio...

De ahí lo de repensarse más líneas futuras de metro.

-Prácticamente todos los vizcainos están atendidos, el 95% tienen un modo de transporte público a menos de diez minutos de su casa andando. Por eso vamos a parar un momento en la AMB, racionalizar el mapa dando igual o mejor servicio pero afinando el gasto, porque, además, no hay ninguna necesidad acuciante en Bizkaia de transporte público.

Los vecinos de Galdakao no estarán muy de acuerdo en su reivindicación constante de la línea 5.

-No, he dicho necesidad acuciante, y no la tiene. Por Galdakao pasan varias líneas de Bizkaibus, tienen un servicio de lanzadera al metro en Bolueta que es gratis si toman el suburbano...

No se va a construir el trazado del metro a Galdakao porque está suficientemente conectado...

-Tanto Galdakao y el hospital, como la línea 4 o el trazado hasta el aeropuerto son infraestructuras para mejorar el transporte, y nadie ha dicho que no se vayan a hacer. Se sigue con los proyectos, pero no sé que va a salir del estudio. Indicará la dimensión que se necesite y se priorizarán las actuaciones y qué tipo de infraestructuras son más adecuadas. No hay que construir como pollo sin cabeza porque son inversiones que salen de nuestros impuestos...

¿Está cumpliendo las previsiones la línea 3 recién estrenada?

-No gestionamos nosotros, aunque hayamos financiado la obra, pero en Euskotren están sorprendidos. Rondan los 15.000 pasajeros diarios de media en jornadas laborales lo que permitirá llegar a la previsión de seis millones de pasajeros al año. Es muy buena señal.

Los ayuntamientos siguen pidiendo más líneas de Bizkaibus, más frecuencias...

-Se analizan seriamente las peticiones y no se actúa por impulso. Tenemos los estudios suficientes como para saber lo que está pasando y las necesidades actuales. La mayoría de las peticiones se rechazan por razones técnicas y lo entienden.

Ya hay paz sindical en Bizkaibus, ¿cuánto dinero le ha costado al ente foral?

-Nada, dijimos una cosa muy clara: eran diferencias entre los sindicatos y las empresas, es su ámbito. Eso se lo explique a unos y a otros, y puedo afirmar que la Diputación no ha dado un euro.

Pero su departamento ha aumentando frecuencias en varios servicios y con nuevas líneas...

-Era parte del acuerdo al que se llegó en la anterior legislatura, luego hemos seguido trabajando y según las necesidades detectadas se actúa mejorando el servicio.

¿En que otras novedades trabajan?

-En la comunicación con los viajeros en las redes sociales y generar una movilidad más sostenible. Esperamos para el año próximo aumentar a 18 híbridos y dos eléctricos las unidades de Bizkaibus.