Se permitirá aparcar en la alameda Rekalde por la noche para rebajar velocidad y ruido
El Ayuntamiento de Bilbao activará la medida disuasoria al concluir este curso escolar para testar su eficacia en verano
Bilbao - Los vecinos del tramo de la alameda Rekalde que va desde la plaza Moyúa hasta el puente de La Salve dormirán más tranquilos a partir de junio. El Ayuntamiento de Bilbao ha decidido permitir el estacionamiento de vehículos por la noche en sus dos carriles laterales para minimizar la velocidad a la que circulan los vehículos y, en consecuencia, reducir el ruido que generan. Durante el día, las condiciones de circulación serán las actuales.
Las áreas de Movilidad y Sostenibilidad y la de Obras y Servicios trabajan ya en colaboración para implementar la medida en junio, cuando concluya el curso escolar y se elimine así el intenso tráfico de autobuses que circula por esta vía camino de los centros educativos ubicados en Txorierri y Artxanda.
El proyecto es consecuencia de un análisis realizado por el área que dirige Alfonso Gil después de recoger las quejas vecinales sobre el ruido generado por esos tráficos demasiado rápidos que superan los 50 kilómetros por hora permitidos. La intensidad de vehículos durante el día impide que se alcancen velocidades altas, pero por la noche es otro cantar. Tras concretar la iniciativa, responsables de ambas áreas dieron a conocer las novedades a los vecinos en una asamblea de distrito celebrada ayer.
Aunque en la actualidad ya está activada, la medida de descoordinar en horario nocturno los doce semáforos que jalonan este tramo de la alameda, hay ventanas de tiempo en que coinciden unos cuantos en verde y muchos aprovechan para pisar el acelerador ruidosamente. Una descoordinación semáforica que no puede ampliarse, ya que “la alameda Rekalde no esta sola, sus semáforos están vinculados con los existentes en las calles adyacentes, la plaza Moyúa y el resto del centro de Bilbao”, según aclaran fuentes municipales.
Así que para limitar esas carreras nocturnas todo lo posible, los dos carriles derechos en cada sentido se van a convertir en multiuso. De esta forma, durante el día se utilizarán para el tráfico habitual y por la noche se convertirán en plazas de estacionamiento para vecinos y resto de ciudadanos. Ello supondrá reducir a la mitad el paso del tráfico nocturno, de los cuatros carriles actuales se pasa a dos, una sección más estrecha que incitará a limitar la velocidad, confían en el Ayuntamiento.
Por determinar las plazas Aún está por determinar el número exacto de plazas de estacionamiento que se generarán (estos días se están tomando las medidas) pero lo que está claro es que no se podrá aparcar en las cuatro paradas de autobús existentes en este tramo. También se van a tener en cuenta los contenedores de basura y la recogida que efectúan por la noche el servicio de limpieza.
Estas dos circunstancias descritas son inéditas en los otros cinco carriles multiusos que están en servicio en Bilbao. Por ello, los técnicos del Área de Movilidad y Sostenibilidad trabajan con escenarios desconocidos que se irán corrigiendo con la experiencia una vez se active la medida.
Las horas concretas en las que el carril cambiará de uso también se están analizando al detalle. En principio, se trabaja con la idea de que el periodo de estacionamiento se inicie a las 20.30 horas y concluya a las 7.30 horas. El tramo más crítico es por la mañana, ya que en la hora punta de mayor tráfico se llega a un millar de vehículos en una sola hora, se registra entre las 8.00 y las 9.00 horas.
Los conductores que usen esas plazas nocturnas de parking tendrán que tener en cuenta que deben retirar su vehículo antes de las 7.30 horas porque sino actuará con rigor la Policía Municipal. Desde el Ayuntamiento son conscientes del problema que puede suponer este cambio brusco de uso que no será tan grave en la hora punta de la tarde ya que el tráfico es menor, 800 vehículos a la hora, y no se concentra en tan poco tiempo como por la mañana.
“Hay que equilibrar dos necesidades muy importantes ambas, la de reducir el ruido para los vecinos con los estacionamientos, pero mantener expedita la avenida para el tráfico intenso que aguanta durante el día”, explicaron fuentes municipales conocedoras de la iniciativa.
La medida también tendrá otro beneficio asociado, rebajar los atropellos registrados en la última década. No son muchos, desde 2006 a 2016, 17 personas fueron arrolladas, de las cuales solo tres registraron heridas graves, pero siempre será mejor evitar escenarios que propiciarlos.