Laboral Kutxa vende su sede territorial de ocho pisos ubicada en El Arenal
El edificio está en un enclave estratégico para un negocio hotelero o textil
Bilbao - Laboral Kutxa se ha desprendido de uno de sus emblemáticos edificios, compuesto por una sucursal a pie de calle y ocho alturas, ubicado entre la calle de El Arenal y la calle Correo. La venta del inmueble, que se formalizará en junio, se ha concertado mediante un acuerdo de confidencialidad del que la entidad bancaria no ha ofrecido más datos. Sin embargo, confirman que, después del traspaso, los trabajadores de la entidad financiero se trasladarán a la otra sede que poseen en Bilbao, en la Plaza Circular.
Desde que se efectuó la fusión entre Ipar Kutxa y Caja Laboral en 2012, una de las misiones de la recién nacida cooperativa se centró en evitar la duplicidad de oficinas. “Sobran oficinas pero no personas”, fue el tranquilizador mensaje que se trasladó a la plantilla. Desde entonces, la sede territorial de Laboral Kutxa en Bilbao se situó en el céntrico edificio de El Arenal, propiedad de Ipar Kutxa desde 1980, mientras que el inmueble de la Plaza Circular, aportado por Caja Laboral, quedó vacío.
Fuentes de la entidad confirmaron ayer a DEIA que ambas fincas llevaban tiempo en venta, con varias tentativas de cesión, a la espera de una propuesta que resultara beneficiosa. Finalmente ha sido el edificio de El Arenal el que ha obtenido una oferta de compra que ha convencido a la entidad bancaria, que no ha ofrecido información sobre el importe con el que se cerrará el acuerdo.
La venta llega en un momento especialmente positivo para Laboral Kutxa. Este martes anunciaron haber logrado sus mayores beneficios en ocho años, superando con nota el cuarto ejercicio tras la fusión.
Aunque no revelaron cifras de la venta, lo que sí corroboraron es que desde la anexión, la sede de El Arenal de la entidad financiera “se quedaba grande, ya que las oficinas centrales están ubicadas en Arrasate”. De hecho, a pesar de la buena conservación de la fachada de estilo clasicista, algunas fuentes revelan que el edificio, infrautilizado y con escasa ocupación, tiene incluso alguna planta vacía. Ello hace pensar que sea cual sea el uso al que el comprador vaya a destinarlo requerirá una importante inversión.
Precisamente, una de las mayores incógnitas que rodean a este edificio en chaflán, declarado de interés arquitectónico por el Gobierno vasco, reside en la función que le otorgará el nuevo inquilino. El excedente de edificios de oficinas en la ciudad, tales como la Torre Iberdrola o el BBVA, por ejemplo, hace pensar que es improbable que mantenga su función actual.
Desde el Ayuntamiento de Bilbao, por su parte, manifestaron que a pesar de estar protegido por el Plan Especial del Casco Viejo, el inmueble podría adecuar sus instalaciones para explotar pisos ya que se otorgó “uso residencial a casi todos los edificios para que prevalezcan las viviendas” en el centro histórico. Sin embargo, teniendo en cuenta que el edificio colindante, perteneciente a la inmobiliaria Suquia, sigue sin poder comercializar gran parte de los pisos de lujo que alberga, parece poco loable que el comprador de la sede de Laboral Kutxa tenga las mismas intenciones.
Aquellos con memoria recordarán que antes de ser adquirido por Ipar Kutxa, dicho edificio acogió el insigne Hotel Almirante, después de que una nueva construcción se alzara donde se ubicaba el Hotel D’Anglaterre, inaugurado en 1911. A día de hoy, el paseo de El Arenal sigue cobijando a los hoteles con más capacidad del centro histórico, como el Petit Palace Arana, de 64 habitaciones, y el Hotel Arenal Bilbao, de 40, a pocos metros del inmueble en liza. Hacia ahí podría dirigirse su futuro, aunque tampoco se descarta que la compraventa se haya formalizado con una de las multinacionales textiles que ya tiene colonizada la Gran Vía y que quiera extender su área de influencia al centro histórico.