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El coche y los semáforos amenazan el estatus de Bilbao como ciudad peatonal

El Ayuntamiento elabora un informe de movilidad para acometer medidas correctoras que eviten el tráfico en la villa

El coche y los semáforos amenazan el estatus de Bilbao como ciudad peatonal

BILBAO - La movilidad peatonal de Bilbao es envidiable. De casi 1.400.000 desplazamientos diarios que tienen lugar en la ciudad, 850.000 son viajes internos y de esto, 550.000 se realizan a pie. “Son el gran tesoro a proteger y mimar en la villa”, señala el Plan de Movilidad Urbana que ha realizado el Ayuntamiento de la villa, y que se ve amenazado fundamentalmente por dos factores: el coche privado y los semáforos.

Estas son algunas conclusiones que se extraen del diagnóstico que analiza todos los desplazamientos y su reparto modal con el objeto de mejorar la movilidad urbana. La ingeniería Leber ha colaborado en el informe con el estudio de los datos, mientras que la consultora Kualitate ha contrastado la percepción y valoración social. El concejal del Área de Movilidad y Sostenibilidad, Alfonso Gil, adelantó que “en septiembre estaremos en condiciones de impulsar medidas que mejoren la movilidad”.

Bilbao es la ciudad con menor uso del vehículo privado de las principales capitales del Estado. Esta afirmación tiene incidencia en muchos factores, desde la menor emisión de gases de efecto invernadero, la de partículas contaminantes, pero también menos ruido y menos atascos.

Este gran activo de Bilbao que la diferencia de ciudades como Madrid, Barcelona, Sevilla, Granada o Alicante es fruto de diversos factores. Por un lado, está relacionado con el urbanismo denso y mixto en el que se combinan la residencia, el empleo y los equipamientos que hacen posible que los bilbainos pueden trabajar, comprar y divertirse en lo que se llama radio de a pie. Según el estudio “también ha influido en lo que se denomina movilidad blanda, es decir, lo menos dependiente del vehículo, la política aplicada los últimos años”, señala Iosu Ramírez, de Leber.

Para los bilbainos caminar es un hábito mayoritario, de hecho se cree que la mayor parte de la ciudadanía opta por gastar zapato para sus necesidades diarias debido a su mayoritaria orografía llana. Además, la ampliación de las aceras, la eliminación de barreras arquitectónicas y la instalación de ascensores y escaleras mecánicas también lo facilitan.

A pesar de la excelencia también existen demandas. Entre ellas, “la ciudadanía considera escaso el número actual de calles peatonales y critica su falta de conexión, lo que impide desplazarse andando entre los barrios”, apunta Gotzon Baraia-Etxaburu de Kualitate. También consideran un obstáculo las terrazas.

Ciclo semafórico Los desplazamientos peatonales están condicionados, sin embargo, por los ciclos semafóricos, algo que no lo perciben los peatones pero que influye en los tiempos de recorrido e incluso en los accidentes.

Los ciclos semafóricos en hora punta tienden a ser más largos (110 segundos) para dar más capacidad a la red viaria. Hasta hace poco en horas valle, noche y fin de semana, se solían reducir a 100, 90 y 80 segundos. Esto hacía que se disminuyeran las esperas de los peatones lo que mejoraba su tiempo de desplazamiento y también reducía el número de viandantes que cruza con el semáforo rojo.

Sin embargo, desde la puesta en servicio de los nuevos accesos de los túneles de San Mamés, debido a que en el entorno de Zunzunegi se produce una situación cercana a la capacidad total durante casi todo el día. Esto implica que no se pueden reducir los ciclos porque supone aumentar la congestión en el acceso y por tanto las colas afectarían al túnel de entrada, disparando la situación por la que la Diputación, según su protocolo, cierra la galería de acceso, situación que se debe evitar por la gran afección que tiene en la autopista. Por ello, no se rebaja el tiempo semafórico y su derivada es que, por un lado, los desplazamientos a pie emplean más tiempo y, por otro, más peatones cruzan en rojo.

Esta es una de las cuestiones que se deben revisar en los próximos meses, según el análisis realizado, si se quiere que Bilbao mantenga la excelencia por su movilidad peatonal. Pero, hay otros factores que influyen y que pueden mejorar la situación como son la potenciación del transporte público o la bicicleta para evitar que aumenten los desplazamientos en vehículo privado.

Porque si bien es cierto que la mayoría de los recorridos en el interior de la ciudad se realizan a pie, sin embargo, los viajes de Bilbao a otros municipios, se hacen prácticamente en su mayoría en coche privado (150.000) y lo mismo ocurre con los desplazamientos de otras localidades a la capital. De 350.000 llegadas, 180.000 se hacen en coche privado y 170.000 en transporte público. Este es un aspecto en el que se trabajará en un futuro. “La cuestión -señala Alfonso Gil- es qué medidas tomamos sin que sean drásticas como las adoptadas, por ejemplo, en Londres”, donde se cobra un peaje para entrar con vehículo privado en el centro de la ciudad.

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