Diego está nervioso. Quiere que su amatxu escriba rápido la carta mágica que enviarán al carbonero barrigón. “Quiere una caja de herramientas como tiene aitite”, cuenta Vanesa, su madre. El pequeño de Leioa, sentado en el coche de paseo, mira atentamente lo que está escribiendo su ama. “Tira, tira ahí, quiero herramientas para arreglar popós”, se hace entender el futuro mecánico de coches. Los sueños se hacen realidad en la oficina postal que durante estas fiestas Tecuni ha colocado en la Plaza Arriaga de Bilbao. En el interior de una casa de madera se han colocado tres buzones; uno para las cartas que se le enviarán a Olentzero, otro para las de Papá Noel y el último para los tres Reyes Magos de Oriente. “Nosotros somos de Olen-tzero”, aclara Carmen, la amama de Diego. “Si no venimos aquí para enviarle la carta no nos deja en paz. Está como loco con su caja de herramientas”, dice. Junto al pequeño de Leioa está Alain, que también tiene claro lo que va a pedir en su carta de este año. “Ha pedido balones”, aclara Idoia. “Ya hemos escrito y ahora le vamos a enviar a Olentzero para que llegue cuanto antes. Ya no queda mucho tiempo”, explicaron.

La rapidez es uno de los elementos que hacen aún más mágica esta oficina postal de Bilbao. “En el momento que los niños introducen las cartas automáticamente se les hace llegar a Olentzero, a Papá Noel y a los tres Reyes Magos”, cuentan Nikoletta y Wonka, los dos carteros mágicos a los que este año les han asignado la labor de atender a los más pequeños de la casa.

Según explicaron a DEIA esta iniciativa bautizada por Tecuni con el nombre de Gabolak está teniendo una gran aceptación, no solo por parte de los niños sino también por parte de los más mayores. “Todos los días vienen muchos padres para recoger las cartas; luego las escriben en casa y después vienen con sus hijos para enviarlas”, comenta Nikoletta.

El pequeño Diego no quiere perder el tiempo. Su amatxu ya ha escrito la carta y ahora toca depositarla en el buzón correspondiente. “La mayoría de los pequeños son más de Olentzero”, relatan los carteros mágicos. Entre las cosas que regala la Navidad están las caras de ilusión con la que los pequeños bilbainos se aproximan con sus deseos escritos hasta la casa de madera. “Algunos hacen hasta dibujos”, comentan. Todo vale para conseguir que tanto Olentzero, como Papá Noel o los Reyes Magos carguen en sus sacos los regalos que entregarán los próximos días en las casas vizcainas. Sin embargo, los carteros mágicos ya han dejado claro que para todos los niños puedan conseguir los regalos deseados es fundamental que se porten bien. “Si no, no les van a traer nada”, dicen.

Colas Desde que se abrió la oficina postal de la capital vizcaina ha sido un no parar. Según explican los dos carteros mágicos casi todos los días el goteo de familias con niños ha sido constante, incluso, varias tardes las colas de gente ha llegado a cruzar de punta a punta la Plaza Arriaga. “Nosotros intentamos dedicarle a cada niño el tiempo necesario. Muchos nos preguntan si las cartas van a llegar rápido y si conocemos a Olentzero”, apuntan. “Llegan con mucha ilusión, con cara de sorpresa al ver que las cartas llegan rápidamente a manos de Olentzero”, afirman.

Además, una vez que la carta se introduce en uno de los tres buzones, los carteros mágicos hacen entrega de un certificado de recepción a las familias. “Es un justificante para que las familias sepan que la carta llegará de inmediato al destinatario”, apuntan.

Pero, además, una oficina de estas características debe tener algún reclamo y qué mejor que tres adornos navideños propios de una ciudad como Bilbao. Tres bolas gigantes de más de dos metros de altura, una por cada personaje, sorprenden y emocionan por su vistosidad a grandes y pequeños, sobre todo cuando por la noche se encienden. No hace falta más que darse una vuelta para ver las numerosas personas que se fotografían con las tres bolas de fondo. “Son muy bonitas”, asegura Mari Paz. De noche, con los colores intensos te llama la atención y te apetece sacarte fotos”, apunta la vecina de Santutxu.

La oficina postal estará abierta hasta el 5 de enero, por las mañanas de 11.30 a 14.30 horas y por las tardes de 17.30 a 20.30 horas. Por la tarde estará abierto los próximos días 23, 26, 27, 28, 29, 30, y por las mañanas, el 24 y el 31. En enero, el 2, 3 y 4, por la tarde, y el día 5, por la mañana.

Los pequeños que no hayan hecho llegar su carta a Olentzero tienen esta tarde su última oportunidad, ya que el carbonero bajará hoy del monte para ver a los más pequeños y repartir mañana los millones de regalos que tendrá que distribuir por el territorio. “Tendrá mucho trabajo”, dicen los carteros mágicos. Será una noche muy intensa en la que mientras que los niños duerman, Olentzero hará realidad sus sueños más preciados.

Será el domingo por la mañana cuando Diego y Alain se levanten de la cama y encuentren bajo el árbol de Navidad lo que han pedido por carta mágica a Olentzero. “Se pasarán todo el día jugando con eso. Lo bueno de los regalos ahora es que tienen tiempo de sobra para disfrutarlo”, apunta amama Carmen. Amador, el aitite, sonríe orgulloso porque uno de sus nietos, Diego, quiere ser mecánico como él. “Ya verás cuando Olentzero le traiga una mesa enorme hasta con un taladro”, concluyen.