Bilbao - El diseño de la plaza Uzturre, ubicada en el barrio bilbaino de Matiko, se transformará drásticamente tras la rehabilitación integral que acometerá el Ayuntamiento de Bilbao a partir de abril de 2017 y se alargará durante siete meses. Con un presupuesto de 1,4 millones de euros, la actuación enmarcada dentro del Auzokide Plana prevé la renovación del pavimento y del mobiliario urbano, la mejora de la accesibilidad y del alumbrado así como la instalación de juegos infantiles. Además de esta intervención, a partir de este otoño y hasta el verano de 2017 se acometerán reformas totales de siete calles: Miribilla, Zabalbide, Julio Urkijo, Ramón y Cajal, Blas de Otero, Artazuriña y Alameda San Mamés.
“Es una demanda que se lleva escuchando mucho tiempo”, indicó ayer Ricardo Barkala, concejal de Obras, Servicios, Rehabilitación Urbana y Espacio Público, respecto a la plaza Uzturre, que “está infrautilizada porque su actual configuración no favorece el uso”. La reforma se llevará a cabo atendiendo, precisamente, a las peticiones vecinales, en sintonía con el mecanismo de participación previsto en el Auzokide Plana. “Es un barrio con pocos espacios al aire libre, con este impulso cobrará mucha vida”, indicó el edil quien anunció que es la primera plaza en la que se acometerán obras, pero no la única, ya que la plaza Levante (San Inazio) o la plaza San Pedro (Deusto) también serán reformadas atendiendo al mismo plan.
Otro proyecto importante de esta fase será la semipeatonalización prevista para la calle Miribilla. “Actualmente tiene unas aceras estrechas, y un gran valor, porque está entre la zona de Marzana y Aretxaga, que son calles recuperadas con un gran ambiente”, expuso Barkala. Esta semana han comenzado las obras en las que se renovará la red saneamiento, la canalización del alumbrado y se recolocará el mobiliario. Las obras, que tendrán un coste de 500.000 euros, finalizarán en marzo y supondrán el acceso exclusivo de tráfico rodado para los dueños de garajes.
La actuación más costosa, con 1,5 millones de euros, se llevará a cabo en la calle Ramón y Cajal, donde se ampliarán las aceras del número 2 al 16 hasta alcanzar una anchura mínima de 2 metros. Además, se eliminarán las vías de ferrocarril y las dos antiguas estaciones de tren para construir una nueva zona de aparcamientos. En el mismo barrio de Deusto, en la calle Blas de Otero, se continuará con las reformas iniciadas en los tramos que restaban, acción a la que se destinarán 100.000 euros y que está a punto de concluir. Asimismo, en la calle Julio Urquijo, se ha comenzado la renovación del alumbrado, lo que tendrá un coste de 300.000 euros.
En el centro de la ciudad, en la calle Alameda San Mamés, se invertirán 100.000 euros en el alumbrado con tecnología led. A partir del año que viene, se urbanizará el tramo entre Gordoniz y Alameda Rekalde, manteniendo la distribución adoptada en el espacio anterior. Para ello, se suprimirá uno de los dos carriles circulatorios y se ampliarán las aceras hasta los cinco metros. Además, se renovarán los servicios de agua, saneamiento y alumbrado.
En lo que respecta a la calle Zabalbide, se ampliarán las aceras entre los números 43 y 53, un tramo con mucho tránsito por la presencia de un colegio y comercios locales. La obra que se ha iniciado en noviembre durará cuatro meses, con un coste de 612.000 euros. Por último, en la calle Artazuriña en Txurdinaga se ubicarán plataformas de estancia que serán el preludio del futuro Ecoboulevard. Con un presupuesto de 700.000 euros, también se reordenarán los carriles de acceso y el aparcamiento.
Todas estas intervenciones, “esperadas con ansiedad por muchos vecinos”, son solo algunas de las 124 previstas en el Auzokide Plana 2016-2019, al que se destinan 12 millones de euros al año. Unas reformas que, además, se suman a la anunciadas la semana pasada, dentro del Plan de Acción en Barrios. “Todas las actuaciones se han planificado desde el conocimiento de la participación, contando con todos los vecinos de la zona”, incidió Barkala respecto al plan, “una herramienta muy potente”.