Los rescates suponen un tercio de las salidas de los bomberos de Bilbao en la ría
La patrulla acuática se despliega cada año una media de 75 ocasiones, incluidas las labores de vigilancia y prevención
Bilbao - El domingo, los bomberos tuvieron que mojarse otra vez. Los miembros de la patrulla acuática acudieron cerca del puente de La Merced para rescatar a una joven que se había caído al agua. La intervención fue rauda y la víctima fue llevada a la orilla sin problemas y en buen estado. Un nuevo apunte en el listado anual de rescates en la ría que efectúa esta sección de los Bomberos de Bilbao y que cada ejercicio suma entre 70 y 75 actuaciones en la ría. De este cantidad, un tercio aproximadamente son rescates no solo de personas, también de animales u objetos que, “por ejemplo, son arrojados por delincuentes a la ría”, relata Andoni Oleagordia, director de Protección Civil y Bomberos del Ayuntamiento de Bilbao. El pasado año fueron 71 las intervenciones, de las cuales 46 fueron retenes de seguridad en los cada vez más numerosos eventos que tienen a la ría como principal escenario. Los rescates de personas fueron ocho, cinco afortunadamente con vida y tres ahogados. Este año se mantiene la media. Con la mujer rescatada el domingo son cinco actuaciones, dos de ellas con fallecimientos.
Son 24 los bomberos integrantes de esta patrulla acuática, profesionales que, además de estar de guardia para atender cualquier tipo de urgencia en tierra, cuentan con los títulos y la experiencia suficiente para llevar a cabo rescates en el agua cuando es necesario.
Una labor de auxilio que sigue activa por parte municipal a pesar de que son los buzos de la Brigada Móvil de la Ertzaintza los que intervienen en el resto de Euskadi en caso de personas ahogadas o desaparecidas.
Oleagordia razona que “en Bilbao hay una tradición de esta actividad ya que desde finales del siglo pasado los bomberos se encargan de ello”. Además aporta otra causa de peso, la inmediatez. “Nuestra capacidad de respuesta es mucho mayor -relata- y si hablamos de capacidad de recuperación de personas, cuanto antes se haga el rescate mejor”.
Y los tiempos para acudir a una alarma lo avalan. Los 200 caballos de potencia del motor de su embarcación principal permite a la patrulla llegar desde la base en los bajos del puente de Deusto en 6 minutos hasta el puente de San Antón y algo más de un minuto hasta Olabeaga.
Una rapidez que supone que los buzos tengan muy trabajado el tema del rescate en superficie de la ría, es decir, no en las labores de buceo. “Es un valor añadido que aportamos porque cuando la persona se ha hundido hay pocas posibilidades de rescate con vida”, reconoce el director.
De esta forma, los bomberos bilbainos actúan en la fase inicial de las acciones de auxilio y luego, si hay que seguir, se une la Ertzaintza con sus buzos para rastreos de recuperación. “Nuestros buzos son bomberos también y tiene que acudir a otros incidentes en tierra si es necesario”, indica el director.
Futuro De momento, la mayor actividad de la que es protagonista la ría no está generando más actuaciones. Aunque “sí hay más recogidas de embarcaciones que no se amarran bien o gente sin experiencia que va en piragua, se cae, se asusta y nos llaman para ayudarles”, apunta Oleagordia. A futuro sí intuye que “iniciativas como la futura playa que se prevé habilitar en la ría u otras actividades” tendrán que tener su servicio especifico de seguridad de respuesta propio. “Nosotros actuamos en las emergencias”, asegura el responsable. Tampoco cree que el aumento de los kilómetros de muelle con la futura isla de Zorrotzaurre sea preciso aumentar el servicio de la patrulla acuática más presencia de los bomberos.
“El incremento de actividad no significa que todas ellas vayan a ser de riesgo. Lo iremos valorando según se vaya desarrollando más la vida en la ría y en caso necesario se tomarán las actuaciones de prevención que sean oportunas, siendo siempre eficientes en la prevención”, concluye.