Síguenos en redes sociales:

Entre ladrones y los que orinan en el agua

Dos bomberos de la patrulla acuática relatan su experiencia de rescates y cómo ha evolucionado la ría de Bilbao

Entre ladrones y los que orinan en el agua

Llevan muchos años de labor muda pero su actividad también salva vidas. Son los bomberos que están siempre rodeados de agua, la de la ría, su marco de actuación cuando una persona se cae al agua. En este caso hay que aplicar un protocolo de seguridad en actividades del cauce o patrullan en Aste Nagusia para controlar que nadie pasado de alcohol se ahogue accidentalmente.

Josu Saitua es uno de los miembros más veteranos de la patrulla acuática de los bomberos de Bilbao. Lleva 33 años en el cuerpo. “Me faltan pocos años para jubilarme, pero no quiero”, asegura mientras maneja por la ría la Z3, la embarcación principal del servicio. Su experiencia en múltiples rescates contrasta con la de su compañero, Fernando Eguiluz, una década como bombero y solo año y medio como buzo.

Un trabajo que, por ejemplo, en las pasadas fiestas se multiplica ante la cantidad de actos que se celebran ya en la cercanías del recinto festivo. “La vida social va in crescendo en la ría y eso se nota con más actividad y más incidentes”, comenta Josu, que cada día nada casi tres kilómetros para mantenerse en forma. Describe a su querida ría, la cual conoce muy bien, como “un lugar vivo que cambia con las mareas y que tiene mucha vida tras la limpieza de sus aguas”, indica el buzo veterano. Y añade que “en las inmersiones nocturnas que realizamos ya vemos gran cantidad de peces, moluscos en las paredes, chirlas y hemos tenido que rescatar a alguna foca despistada que ha subido aguas arriba”.

Josu asegura que “la ría se está convirtiendo en la columna vertebral de la ciudad y hay que estar al tanto de lo que pasa porque necesita más seguridad”. La unidad tiene otra embarcación, la Z4, una zodiac semirrígida que presta apoyo a la principal cuando el incidente lo requiere. Fernando explica que “con las embarcaciones podemos bajar hasta la zona de Elorrieta y hasta el puente de San Antón, más arriba no podemos, ya que hay poco calado”.

Cuidado con el verdín ¿Cuál es la mayor causa de intervenciones, además de las preventivas? Pues, aunque parezca mentira, la caída de personas que usan la ría como excusado. La necesidad de muchas personas, casi todos varones, por orinar supone que se acerquen hasta la orilla, donde se encuentran diversas escalinatas sin cierre, para bajar y aliviarse. Josu comenta que “con bajamar, es un sitio perfecto porque se creen a salvo, pero cuanto más abajo más verdín hay en los escalones y las caídas son habituales”.

Las intervenciones en estos casos son lo más rápida posible, sobre todo en invierno. El bombero más bisoño explica que “la ría puede tener entre ocho y nueve grados de temperatura, ya que el agua del río es fría y se encuentra con la del mar que suele estar a once grados”. Esta ausencia de calor es sinónimo de muerte. Josu concreta que “depende de la persona, pero entre cinco y siete minutos se puede entrar en hipotermia y es muy peligroso”.

Destaca también como han tenido que rescatar a más de un ladrón que “huyendo de la Policía, se ha arrojado al agua creyendo que estaba en una película e iba a escapar. Al contrario, les detienen tras sacarles nosotros del agua”, concluye irónico el veterano hombre rana.