Los allegados de la joven bailarina recuerdan que ella siempre decía: “Bailando me olvido del mundo”. Alazne López Etxebarria vivió para hacer disfrutar a los demás con su gran pasión, la danza. Su talento la llevó lejos de su barrio y de su ciudad hasta llegar a ser una artista de proyección internacional con apenas 21 años. Ahora un jardín de Zorrotza honra con su nombre el recuerdo de la artista bilbaina, que falleció de forma inesperada mientras trabajaba para la Compañía de Ballet de la Ópera de Dormunt. Un año después, el barrio que la vio nacer bautiza con su nombre un espacio ajardinado, muestra de que el mundo no se olvida de ella.

La plaza circular que corona la calle Grupo Zazpilanda fue ayer escenario de un emotivo homenaje donde familiares, amigos y compañeros de estudios de la joven bailarina acompañaron al alcalde Juan Mari Aburto y a una nutrida representación de concejales. El espacio que hasta ahora carecía de nombre se llama desde ayer Jardín Alazne Lopez Etxebarria Lorategia por iniciativa de la Asociación Vecinal Zorrotza, que remitió la proposición al Consistorio bilbaino aprovechando la renovación y actualización de los nombres de las calles que se está llevando a cabo durante esta legislatura.

“Tiene mucho sentido que esta plaza creada por jóvenes lleve el nombre de Alazne, una joven prometedora, llena de vida, que fue un icono en el ámbito de la cultura”, expresó Aburto durante el acto en el que se interpretó una pieza de Jose Uruñuela llamada Recepción, adaptada expresamente al txistu y danza en homenaje a la joven bailarina. “Que las lágrimas que no os podamos quitar sirvan para regar estas flores que seguramente simbolizan muy bien lo que ella quería ser”, manifestó el alcalde dirigiéndose a la familia de la joven, a los que aseguró que “a partir de ahora Alazne estará en el corazón de Zorrotza, de los bilbainos y de Bilbao”.

Ángel López, padre de la bailarina, mostró el agradecimiento de la familia tanto al Consistorio como a la asociación vecinal. “Estamos muy orgullosos de la hija que hemos tenido, era muy especial y merecía un homenaje así”, expuso. A su lado, Amale Etxebarria relató que su hija “vivió para la danza, siempre quiso bailar”. El jardín, indicó, será un medio “para tenerla siempre presente en el corazón, para poder estar aquí a ratos leyendo o escuchando música”. “Ella nos estará viendo desde donde esté y estará muy orgullosa de Bilbao”, aseguró durante el homenaje, en el que los amigos de la joven bailarina no pudieron contener las lágrimas.

Con tan solo cuatro años, Alazne Lopez comenzó sus estudios de danza. Ingresó en la Escuela de Danza de Igor Yebra para dedicarse a este mundo profesionalmente, trampolín que le permitió acceder a la prestigiosa Escuela English National Ballet School de Londres, donde permaneció tres años con una beca de la Diputación Foral de Bizkaia. En junio de 2013 se graduó como bailarina profesional de Danza Clásica y, a partir de ahí, se mudó a Alemania, donde trabajó en Hannover y Dormunt antes de su fallecimiento.

Los vecinos congregados en el homenaje dieron cuenta de lo querida que era la joven en el barrio, cuya coral cantó en su recuerdo. “Cuando comenzó a hablarse de cambiar los nombres de las calles de Bilbao uno de los vecinos que conocía a la familia de Alazne propuso poner su nombre al jardín. Contactamos con sus padres y les pareció bien, así que empezamos a hacer las gestiones en el Ayuntamiento”, relató Fernando Ramos, miembro de la Asociación Vecinal de Zorrotza que promovió la iniciativa para bautizar la plaza circular diseñada por Naroa Oleaga y Ula Iruretagoiena, ganadoras del concurso Bilbao Jardín en 2011, y que fue inaugurada en octubre de 2015.

“Nos gustaría que esto fuera el inicio de una semana cultural que se celebre con carácter anual en la que tendría importancia la danza, ya que ella era bailarina”, añadió.