Bilbao - Hace un par de semanas, el alcalde de la villa, Juan Mari Aburto, se desplazaba hasta Irala. Allí pudo conversar con algunos vecinos del barrio que le comunicaron, una vez más, su malestar por la infraestructura metálica que de forma provisional fue levantada para salvar la playa de vías existente entre Rekalde y Ametzola. “Les entiendo. Siempre he dicho que tenían razón”, confesaba ayer a DEIA el primer edil a la conclusión del Consejo de Administración de Bilbao Ría 2000 en el que se decidió poner fecha a la eliminación de este paso elevado localizado en la calle Jaén: a primeros de junio quedará en desuso.

Este hecho, largamente esperado por el vecindario de este centenario barrio y demandado por la propia corporación municipal supondrá un antes y un después para la zona. Y es que permitirá la recuperación de un considerable espacio para Irala y Rekalde tras la eliminación de los raíles de la línea gestionada por Renfe-Adif. Tras varios años de obras incómodas para los residentes en esa zona de influencia, el nuevo trazado subterráneo permitirá que los trenes dejen de circular a cielo abierto.

Tras la ejecución de las obras necesarias y la compleja tramitación de la autorización para la puesta en servicio, se va a acometer el corte ferroviario que permita ejecutar las obras para la conexión del tramo que falta de construir para que las unidades ferroviarias circulen soterradas. Estas obras, que se iniciarán la tercera semana del presente mes, serán ejecutadas a lo largo de diez días y se espera que estén concluidas a principios de junio.

En paralelo, agregaban ayer desde Bilbao Ría 2000, se procederá a acometer los trabajos necesarios para habilitar un paso peatonal alternativo a ras de suelo que permitirá dejar fuera de servicio la pasarela de mecanotubo de la calle Jaén, e inmediatamente se iniciarán las tareas para su desmontaje y eliminación definitiva. Los últimos restos tardarán todavía un poquito más en desaparecer para siempre de la vida de los vecinos de Irala-Rekalde.

La razón de esta eventualidad es la presencia de un cable de media tensión acoplado a la pasarela y cuya retirada corresponderá a Iberdrola. Eso sí, aunque una parte de la estructura metálica continúe visible, ya no estará en servicio porque ya se habrá habilitado el citado paso peatonal al mismo nivel que la calzada.

El alcalde Juan Mari Aburto insistía ayer en que “hemos trabajado duro para que esto sea posible. Se han solventado múltiples obstáculos” hasta que finalmente en el Consejo de Administración de ayer fue aprobado que sea Bilbao Ría 2000 la que haga la propuesta definitiva para el cambio de trazado [de superficie a soterrado] con la documentación técnica de Adif. Y será la agencia española de seguridad ferroviaria la que dé luz verde al proceso.

“Símbolo del sufrimiento” La ejecución de estos trabajos obligarán a cortar la vía del tren durante un periodo estimado de diez días en los que no funcionará el servicio. “Esto supondrá que la pasarela, símbolo del sufrimiento del barrio de Irala durante estos últimos años, quedará en desuso porque se habilitará un paso peatonal a ras de suelo para conectar Irala y Rekalde y mejorar la calidad de vida de las personas del entorno”, enfatizaba el primer edil. En palabras de Aburto, esta actuación urbanística abrirá un “nuevo tiempo” para el barrio que después de varios años enfrascado en obras y en consecuencia desordenado, por fin ve la luz al final del túnel.

Un núcleo de población con cien años y que ahora, en un breve plazo de tiempo, tendrá la oportunidad de evolucionar y transformarse en coordenadas de calidad de vida y sostenibilidad. “Es un punto de inflexión porque es el inicio de un proceso ilusionante para el barrio. Se abre un proceso precioso para Irala y también para Bilbao”, resumía el alcalde de la villa. No en vano, los bocetos que dibujan el futuro del botxo y su acoplamiento al ritmo de las grandes ciudades del entorno fija su atención en los espacios ganados para las personas, para su disfrute.

Así, y según esas previsiones, cuando concluya la reurbanización de todo el entorno de Sabino Arana y con esta conexión a Rekalde-Irala se abrirá todo un bulevar “extraordinario” -calificaba el alcalde- que iría desde el Sagrado Corazón hasta prácticamente la plaza Eskurtze, epicentro de estas obras que serán acometidas en próximas fechas.

Participación vecinal Hace una semana precisamente se celebraba una reunión a la que acudieron alrededor de trescientos vecinos del barrio para plantear y compartir ideas sobre cómo les gustaría que esta zona sea regenerada. Espacios destinados al paseo y al esparcimiento, áreas verdes,... Este proceso participativo, de colaboración con los residentes en el área de influencia de estas obras, pretende definir el uso o usos para ese espacio urbano que será conquistado al ferrocarril entre la plaza Eskurtze y la actual pasarela de Irala-Rekalde.

“El Ayuntamiento de Bilbao -apuntaba Aburto- continúa con su proyecto de recuperación del barrio. A Irala le desaparecerá esa losa. Este proceso permitirá poder ilusionar al barrio con ese proyecto de nuevo espacio que se ganará para los vecinos y que posibilitará un barrio diferente, con pasado y presente y que a partir de ahora tendrá un gran futuro”, zanjaba el alcalde.