Bilbao - Con los años el concepto de lujo se ha ido transformando. Si antes el lujo solo se relacionaba con algo prohibitivo, inalcanzable para los bolsillos de la gran mayoría de los mortales, ahora, de la mano de la crisis, ese concepto ha tomado una vertiente diferente que está más relacionada con lo excelente, con lo exclusivo y lo diferente. Degustar las mejores anchoas del mundo, el más sabroso postre elaborado artesanalmente o lucir un pañuelo de seda de diseño único, también es lujo. “Lujo no es solo lucir un Prada o un Loewe, lo bien hecho también lo es y eso debemos valorarlo”, relata la presidenta honorífica, Beatrice d’Orléans, quien visitó la villa la pasada semana. Bilbao es ejemplo también de ese tipo de lujo y por eso el pasado jueves la asociación Luxury Spain eligió la villa para presentar esta entidad, sin ánimo de lucro, que nace como respuesta a la necesidad de potenciar y promover los productos exclusivos y de alta calidad, tanto a nivel estatal como internacional, así como para proteger y defender la imagen de marca.

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