ES una iniciativa muy buena que además viene genial para los que pasamos las vacaciones en Bilbao”, asegura Andrea. Ella y sus tres amigos acudieron el pasado martes al parque de Doña Casilda para disfrutar de la primera sesión de Un agosto de cine. Bajo un cielo estrellado y una brillante luna esta cita al aire libre organizada por el Ayuntamiento de Bilbao se quedó escasa. Hubo incluso quien tuvo que ver de pie o sentada en el suelo el filme que proyectaron en la pantalla instalada en el parque bilbaino. A Andrea y a sus amigos no les faltaba de nada para pasar una velada de cine perfecta; aperitivos, bebidas e incluso una manta, por si la noche refrescaba. En el parque de Doña Casilda, alrededor de 200 personas disfrutaron del cine al aire libre; algunos en cuadrilla, otros en pareja e incluso familias con niños. Hubo quien, como María Ángeles, acudió a la sesión de cine con su silla plegable para disfrutar de la película sentada. Yolanda fue de las primeras en llegar junto a su pareja. Ellos fueron de los afortunados que pudieron disfrutar de la película desde las codiciadas sillas: “Queríamos ver la película cómodos y sin ninguna molestia”, explica la pareja.

Este proyecto está impulsado por el Consistorio bilbaino y tiene como objetivo ampliar la oferta cultural en los barrios de la villa de forma gratuita. Durante este mes el programa proyectará películas de carácter estatal e internacional así como varios cortometrajes de directores vascos, entre los que se incluyen filmes en los que actuaba el recientemente fallecido Aitor Mazo. Rekalde, Santutxu o Deusto son algunos de los barrios hasta donde llegará el programa Un agosto de cine este mes. La sesión del martes ofreció a los bilbainos dos proyecciones: el cortometraje Footing y el filme Ocho apellidos vascos. El subdirector de programación cultural del Consistorio, Justo Ezenarro, y el director del corto, Lander Otaola, quien a su vez interpreta a uno de los borrokas en Ocho apellidos vascos estuvieron presentes en la proyección. “Yo soy de Bilbao, me he pasado toda mi infancia jugando en Doña Casilda. Presentar aquí mi cortometraje y Ocho apellidos vascos me hace mucha ilusión”, dijo. Asimismo, el actor aprovechó la ocasión para animar al Ayuntamiento a seguir con esta iniciativa, ya que en su opinión, Un agosto de cine debería ser “una propuesta estable que tendría mucho público”, concluyó.