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Don Diego preside rejuvenecido la nueva Plaza Circular ampliada

La restauración saca detalles ocultos de la estatua, que cuenta con nueva iluminación

Don Diego preside rejuvenecido la nueva Plaza Circular ampliada

Bilbao - Sin boato, ni apertura oficial. Campaña electoral obliga, pero ayer el descubrimiento de la remozada estatua del fundador don Diego López de Haro supuso la inauguración de la nueva Plaza Circular. Quizás el espacio público de Bilbao más transitado, cuenta definitivamente desde ayer con mayor superficie para el paso de los peatones, nuevos árboles y más servicios para sus pocos vecinos.

Y en medio de la Plaza Circular se yergue orgullosa la estatua de don Diego tras ser rehabilitada en su integridad junto a los bajorrelieves que cuelgan en el pedestal que la sostiene y que también ha sido recuperado.

Durante los últimos días esta pieza de 125 años, obra del escultor valenciano Mariano Benlliure, ha estado cubierta para evitar que las últimas obras que se efectuaban a sus pies, en la pequeña rotonda que envuelve la base de conjunto, afectarán a la escultura recién rehabilitada. Ayer a primera hora, unos operarios subidos en una plataforma procedieron a retirar los plásticos que la envolvían y debajo liberaron también las piezas de mármol que recogen la leyenda de quién fue y qué supuso para la villa don Diego López de Haro.

Fuentes municipales indicaron que el proceso de limpieza transcurrió según lo previsto. “No nos hemos encontrado sorpresa alguna a la hora de efectuar la restauración ni de la escultura ni de los bajorrelieves que acompañan el pedestal”, indicaron desde el Ayuntamiento de Bilbao.

La intervención sí sacó a la luz detalles de la pieza que la mugre y el óxido que en algunas partes se acumulaban impedían contemplar. La figura del fundador de la villa luce ahora con un color ligeramente más dorado y uniforme que el tono grisáceo que imperaba en la pátina antigua. Los bajorrelieves también recuperan su aspecto original, aunque la distancia existente desde las aceras impide contemplar con nitidez la recuperación.

El trabajo ha sido arduo, utilizando procedimientos físico-químicos que han eliminado las incrustaciones y depósitos que se fueron acumulando en los recovecos de la escultura, conservando la pátina original algo fundamental para los técnicos ya que “la misma es parte del valor estético del monumento”, indicaron las mismas fuentes. Tras el proceso de aseo se aplicó una última capa de protección que mejorará la conservación del pedestal de mármol y de las dos inscripciones colgantes.

El descubrimiento de la escultura fue la guinda a la conclusión de las obras que durante algo más de medio año han convertido la Plaza Circular en un espacio más amable para los peatones. El proyecto concluido supone una reducción de la calzada para los vehículos y más acera para los viandantes. En algunos tramos perimetrales, la anchura de los espacios peatonales pasa de siete a trece metros, con lo que las zonas de tránsito han aumentado un 50%.