BILBAO - El Ayuntamiento de Bilbao ha liquidado el presupuesto de 2014 con un remanente de tesorería de 58,44 millones de euros, lo que deja al Consistorio “con solvencia económica” para el futuro, según valoró ayer el director del gabinete de Alcaldía y coordinador de Política Económica y Planificación, Andoni Aldekoa. Dicho de otra forma, es la herencia que recibirá el nuevo equipo que gobierne el futuro Bilbao, unas cuentas saneadas con deuda cero, pero además con dinero en caja para afrontar posibles imprevistos y poner en marcha proyectos ya acordados.

La liquidación de las cuentas de Bilbao se presentó ayer en una comisión informativa del Ayuntamiento antes de que se presente para su ratificación por el alcalde de Bilbao, Ibon Areso, en el pleno que tendrá lugar la próxima semana.

El equipo de Gobierno ha cerrado las cuentas de 2014 y con el cierre del ejercicio también cierra la legislatura completa sin ningún tipo de deuda bancaria y con el único débito de 19 millones de euros en avales a la sociedad interinstitucional Bilbao Ría 2000, al poseer la capital el 15% de la sociedad. “Gracias al remanente, el Ayuntamiento tiene capacidad suficiente para afrontar un hipotético pago sin tener que tocar los presupuestos de 2015”, explicó Aldekoa.

El remanente de 58,44 millones, es decir, los recursos disponibles en las arcas municipales, es superior en 11 millones de euros al obtenido en la liquidación presupuestaria de 2013, que fue de 47 millones. Además, el montante es más elevado que “las contingencias que puedan estar cuantificadas en el medio y largo plazo”, apuntó el coordinador de Política Económica. Aldekoa subrayó que el Ayuntamiento bilbaino “garantiza todos los elementos de estabilidad presupuestaria” y que con dicho remanente de tesorería queda “con solvencia económica” y en “buena situación de cara al futuro”.

El nuevo equipo solo podrá utilizar 13,5 millones de euros de la tesorería, que es la partida sobrante de ese ejercicio. “Si se gastara más no cumpliríamos con la estabilidad presupuestaria”, explicó Aldekoa. Se trata de que no exista un gasto mayor del que supone el presupuesto.

udalkutxa El cierre del ejercicio de 2014 tiene en cuenta también la liquidación del fondo foral de financiación municipal, Udalkutxa, que ha resultado negativa para el conjunto de ayuntamientos vizcainos (21 millones en total), por lo que al Ayuntamiento de Bilbao le corresponde devolver a la Diputación 7,9 millones de euros. “El Ayuntamiento tiene capacidad suficiente para hacer esta devolución con sus propios recursos”, explicó Aldekoa.

En cuanto al grado de ejecución presupuestaria se sitúa en el 97 % en cuanto a los ingresos, mientras que el ejercicio precedente alcanzó el 100%, ya que el pasado año había previstos unos ingresos totales cercanos a los 517 millones de euros y se ejecutaron finalmente 502,7 millones, es decir, unos 14 millones menos.

Esa diferencia obedece, entre otros factores, a que no se ejecutó la venta de un terreno para la construcción de viviendas (5 millones), no se ingresaron 3 millones previstos por cargas de urbanización en Zorro-tzaurre (3 millones) y no se pudo hacer efectiva la venta de un local de hostelería en Artxanda (1 millón de euros). Además hay una variación de las previsiones iniciales de ingresos por la venta de vertedero de Artigas de 3.500.000 euros que finalmente se hace por compensación de tasas, con lo que no va por la vía de ingresos sino de menos gastos. A pesar de esto, la ejecución es del 97%.

En cuanto a los gastos, el Ayuntamiento bilbaino alcanzó el pasado año una ejecución presupuestaria del 92 %, similar a la del ejercicio de 2013, ya que de 530 millones de euros previstos se gastaron finalmente 487 millones.

Durante los últimos años, el grado de ejecución del presupuesto de ingreso ha cumplido las previsiones iniciales. Aldekoa subrayó en este sentido que este dato demuestra el rigor y trabajo a la hora de establecer las previsiones de ingresos, cuestión capital a la hora de elaborar un presupuesto ajustado a la realidad. De hecho, ni siquiera en los años de mayor crisis se ha producido un comportamiento diferente.

También en la recaudación se llega a cifras muy altas. En 2014 se consigue llegar al 96% de recaudación respecto a los ingresos que se reconocen durante el ejercicio. Esto garantiza una tesorería saneada y permite hacer frente a las obligaciones. Además hay que destacar que el plazo legal de 30 días para el pago de facturas “se ha cumplido” e incluso en el último cuatrimestre del año el pago a los proveedores se formalizó en un periodo inferior, todo ello gracias al sistema de facturación electrónica implantado por el consistorio.