Bilbao- La gente quiere fiesta y hay que trabajar por y para eso, sea Aste Nagusia o sea Carnaval. Este año en la organización de la fiesta más carnavalera se han dejado de lado los malos rollos y las diferencias para, entre todos, Bilboko Konpartsak, Ayuntamiento de Bilbao y comisión de fiesta mixta llevar a buen puerto infinidad de actividades que han disfrazado de actos diferentes espacios de la villa.

¿Qué ha aportado el consenso al Carnaval de este año?

-Ha traído el comienzo de un nuevo Carnaval, con más ideas, con más variedad, muy participativo. Estamos contentos.

¿Mucho trabajo para conseguirlo?

-Mucho, porque había cosas interesantes que se plantearon, pero que a veces, por falta de tiempo no se pueden realizar. Organizar un acto en la calle no es solo llevarlo a cabo, hay que coordinarse con diferentes áreas, Espacio Público, Transporte... Llevamos trabajando desde septiembre. El año que viene intentaremos poner en marcha algunas actividades que no se han podido realizar este año, no porque no fueran interesantes y buenas, sino por una cuestión técnica. Es el primer año y hay tiempo para mejorar.

Imagino que ahora toca analizar cómo han ido las de este año.

-Claro y lo vamos hacer. El resultado en general ha sido bueno, pero se puede mejorar. Nuestra intención es poner sobre la mesa todo y analizarlo en profundidad. No vamos a lanzar críticas gratuitas, no, de ahí no se obtiene nada, van a ser constructivas. Todos, y cuando digo todos es todos, buscamos el mismo objetivo y no tiene sentido enfrentamientos.

Era necesario buscar el consenso.

-Sin lugar a dudas. Con toda la crisis que hemos pasado, los problemas que hay en la sociedad, no tenía sentido no aunar esfuerzos para entre todos organizar unas fiestas de Carnaval como se merece Bilbao. Debemos estar por encima de muchas cosas, debemos ser capaces de buscar puntos de entendimiento.

Bueno, lo han conseguido. ¿Satisfecha?

-Sí, mucho. Es el primer año de un Carnaval diseñado entre todos, a gusto de diferentes formas de pensar. Así es más fácil llegar a todos. Además, siempre he pensado que la unión hace la fuerza, en Carnaval no iba a ser diferente.

La lluvia no dio tregua.

-No, pero contra eso no podemos hacer nada, tampoco en Bilbao. Los hinchables se tuvieron que quitar porque no tenía sentido con todo lo que llovía. Este año me ha sorprendido el nivel de los disfraces y las ganas de pasarlo bien. Eso es lo más importante y por eso debemos seguir trabajando en la misma línea.

Entonces, ¿el bilbaino sabe disfrazarse y tiene gracia para ello?

-Claro que sabe y además ¡vaya nivel que ha habido! En el concurso de disfraces me quedé sorprendida. Y lo mejor es que la gente tiene mucha imaginación para elaborar sus propios trajes.

¿Cómo ha vivido el Carnaval de este año?

-Con mucha intensidad. Lo hemos pasado genial.

Se disfrazó, ¿no?

- Por supuesto.

Sorpréndame.

-Este año los del Área de Fiestas quedamos a las once de la mañana y me dieron las tantas. (Risas). Nos disfrazamos de cocineros, bueno tres, a Alberto Ruiz de Azua se le ocurrió disfrazarse de pastor.

¿Con ovejas?

-Sí, sí. Con ovejas. No te puedes ni imaginar el éxito que tuvimos, todo el mundo se quería fotografiar con nosotros. Fue muy divertido.

¿El disfraz que más le gustó?

-Quedarme con uno es difícil. Hubo un grupo que se disfrazó de tubos de pompas de jabón.

¿Cómo?

-Impresionante, la gente tiene mucho gusto y mucha imaginación. Me encanta el Carnaval.