BILBAO - “A la mierda los toros en Bilbao si las instituciones no echan un capote”. Lo dice un crítico taurino tras analizar el descenso continuo de la asistencia a las corridas de toros desde 2007. En el tendido opuesto, los responsables de Vista Alegre. Según sus primeros análisis, reconocen que el número de aficionados ha sido algo inferior a 2013, pero también destacan que las cuentas continúan en positivo, y ello pese a la cornada que ha supuesto para la plaza la recesión de los abonos.

El debate sobre el espectáculo taurino se encuentra en la calle entre los defensores de las sinergias que generan las corridas de toros más allá de la propia recaudación de la plaza o los que consideran que se trata de un espectáculo ruinoso, además de cruel.

En términos taurinos, diríamos que no ha habido un día en esta Aste Nagusia que en los burladeros de Bilbao no se haya comentado el futuro de la plaza de toros de Vista Alegre. La sensación generalizada tras las corridas es que la plaza ha vuelto a perder aficionados en esta edición. La crisis hizo que muchas empresas desistieran de adquirir entradas para regalar a sus clientes y esta pérdida de abonos junto a las críticas sociales al tipo de espectáculo han sido dos cornadas graves. Sin embargo, los toros son algo más que espectáculo y es lo que defienden precisamente sus aficionados.

Según los clubes de la capital, el número de socios taurinos se incrementa cada año, y de hecho, el número de asistentes a la plaza de Vista Alegre -14.950 localidades- sigue ocupando el cuarto puesto en la lista estatal de mejor calidad de eventos taurinos. Lo avalan carteles como el de esta edición de Aste Nagusia, que ha contado con figuras como El Juli, Miguel Ángel Perea y Hermoso de Mendoza.

El presidente del Club Taurino de Bilbao, Daniel Gómez, asegura que no existe peligro de desaparición pese a las cornadas que recibe este espectáculo desde algunos sectores.

El número de asistentes a estos eventos se redujo de manera importante agravado por la crisis económica en la que nos encontramos. Año tras año se han ido perdiendo espectadores porque los ciudadanos no pueden pagar las entradas a estos espectáculos. Sin embargo, Juan Manuel Delgado, miembro de la comisión taurina de la junta administrativa de la plaza de toros, se muestra optimista: “Hemos recuperado más gente joven y hemos conseguido salvar los muebles, pese a que las fechas de esta Aste Nagusia no han sido buenas para los toros. Además, hemos conseguido recuperar plazas como la de Turtzios y Sopuerta”.

Sus inicios La junta administrativa de la plaza de toros nace por la donación de unos bilbainos al Santo Hospital Civil y a la Santa Misericordia. En la época del alcalde Robles, se permutaron unos terrenos por las acciones de la plaza de toros y a partir de entonces la junta administrativa pasó a estar compuesta por el Ayuntamiento y la Casa de Misericordia, a un 50% respectivamente. Lo primero que enfatiza Juan Manuel Delgado es que “la plaza de toros se autofinancia. No ha recibido ni recibe ayudas de las instituciones públicas. Se autogestiona”.

Además, añade que “no hay pérdidas y los beneficios que se obtienen cada año son para el mantenimiento del resto del año y si sobra dinero se le da a la Misericordia para sus fines sociales y sin ánimo de lucro”.

Los defensores de este espectáculo ponen en el haber de la cuenta de resultados de las corridas de toros las sinergias que produce. En este sentido, Juan Manuel Delgado señala que “este año estuvieron a punto de hacer una huelga los banderilleros y subalternos y se hizo un estudio del impacto social que podía tener suspender las corridas de toros y la pérdida se cifró entre los 12 o 14 millones de euros. Por tanto, si se dejaran de celebrar corridas, sería una tragedia para la ciudad, puesto que de los toros se benefician hoteles, terrazas, restaurantes, comercios y también las instituciones ya que cobran impuestos, como el IVA. O sea que no solo no ponen sino que ingresan”.

Desde la junta de administración de la plaza tampoco están de acuerdo con que se trata de un espectáculo decadente. “De 2007 a 2012 hemos sufrido la crisis, pero ya en 2013 se mantuvo y este año, también. De hecho, este año hemos acabado en términos generales parecido a 2013. En cuanto a ingresos, beneficios y asistencia, se ha pasado la época de crisis, como en el resto de los espectáculos, y pienso que el año próximo vamos a repuntar”.

Incide Delgado en que “este año hemos tenido las peor semana de fiestas, por eso los primeros días había menos asistencia. Pero el año que viene será diferente, se recuperará, habrá más gente y más ingresos”. Añade que “este año ha habido recortadores y los tres días de las vaquillas si se apuesta llegará como a épocas anteriores”.

El presidente del Club Taurino de Bilbao, Daniel Gómez, cree que el espectáculo taurino está estupendamente, aunque admite que en esta temporada “ha tenido algunas sombras”. Pone el acento en las fechas, que a su juicio son las peores en una época de crisis económica. Pero, dice que “no solo no se han recortado corridas sino que este año además se han recuperado los recortadores, ha habido ganaderías... Es producto de la crisis y de las fechas”. Gómez mantiene que “en Bilbao han gustado los toros toda la vida, otra cosa es que hay gente que lo mezcla con otra cosas, pero creo que como festejo debe continuar porque genera un valor añadido y un IVA importante. He estado en restaurantes que han levantado el negocio gracias a los franceses que han venido a las corridas de toros”. Por eso opina que si se potencia la atracción a ese tipo de aficionados va a ser bueno para la economía de la villa”. El presidente del Club Taurino es partidario de que se respeten los gustos de cada uno. Por ello apunta que “Bilbao tiene mucha afición. Quizás hay que matizar alguna cosa, como los precios; pero, yo cada día tengo más socios y hay un relevo generacional”.