en estos momentos Zorrotzaurre es un barrio tranquilo en el que conviven vecinos de toda la vida con una nueva generación de residentes que han aprovechado que los precios de mercado de las viviendas son más bajos para instalarse y comenzar aquí su vida. Seguirán en la futura isla, pero dejará de ser un pequeño pueblo para ser un pequeña ciudad dentro de la urbe.
Los talleres y las empresas que persisten en este barrio pese al declive industrial de los últimos años dan cierta vida a la zona en los días laborables. Existen unos cuantos bares. No hay tiendas ni supermercados y el medio de transporte se limita a una línea de bilbobus que les comunica con el resto de la villa. Sus vecinos, no obstante, no quieren abandonar el barrio y esta es, también, una de las cuestiones que ha primado a la hora de proyectar la futura isla. Por eso, y desde hace ya un par de años, las actuales viviendas se están sometiendo a un profundo proceso de remodelación.
La península acoge también el Depósito Municipal de Vehículos multados por faltas cometidas en la circulación urbana. Por ello, de vez en cuando, pasan coches-grúa municipales con su carga que, molestan a más de un vecino.
A grandes rasgos, lo que está previsto para el futuro de Zorrotzaurre es una transformación total de la zona, aun cuando se mantendrán las viviendas actuales que darán un sabor más tradicional a la isla, una especie de casco viejo en torno a la iglesia que convivirá con los futuros rascacielos y los industrias llamadas ligeras.
Se construirán un total de 5.473 viviendas de las cuales la mitad serán de protección oficial. También habrá sitio para actividades económicas, concretamente el 25% de la superficie construida total, 201.360 metros cuadrados de oficinas donde se incluye un parque tecnológico urbano. 155.893 metros cuadrados se destinarán a espacios libres: paseos, avenidas y zonas verdes. Se creará una red de bidegorris y se ampliará la red tranviaria de Bilbao. El tranvía atravesará toda la isla, según los proyectos, conectando en su extremo sur con la línea del centro de Bilbao y desembocando en Zorrotza. La movilidad dentro de la isla se basará, sobre todo, en su arteria principal que atravesará toda la isla paralelamente a la ría conectando entre sí los tres puentes y a través de la cual circulará el tranvía. Una red de carriles bici, paseos y sendas peatonales, junto con las zonas restringidas al tráfico fomentarán el uso del transporte público y sostenible.
Tres distritos La isla se articula en distritos, como el resto de la villa. La mayor parte de los edificios de oficinas se ubicarán en el distrito sur o albergarán la sede sur del Parque Tecnológico Urbano. Está previsto que entre ellos se encuentre también la posible sede de BBK, diseñada por Zaha Hadid, que será el más alto de toda la isla con 20 plantas y una altura estimada de entre 90-110 metros. Se trata de un proyecto que la crisis ha aparcado pero que muy posiblemente corone este distrito en un futuro. Junto a él también se van a edificar varios edificios de entre 19 y 13 pisos de altura. El resto de los inmuebles, ya en el interior de la isla, tendrán una altura media de 5 o 6 pisos adaptándose a los edificios ya existentes. Será otros de los distritos de la isla.
El tercer distrito, situado en el norte, será el más denso. Los edificios residenciales llegarán hasta los 19 pisos de altura como máximo en el extremo norte, reduciéndose paulatinamente la altura de los mismos.