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La galería comercial de Gran Vía cumple las expectativas de Inditex

La empresa sometería el edificio a una reforma integral para las tres plantas de Massimo Dutti

La galería comercial de Gran Vía cumple las expectativas de InditexP. Viñas

Bilbao - El edificio que alberga en la actualidad la galería comercial en el número 28 de Gran Vía es el otro inmueble en el que el Grupo Inditex ha puesto su mirada para abrir su gran boutique de Massimo Dutti en Bilbao. La empresa creada por Amancio Ortega ha entrado de esta manera en la puja por este céntrico local en el que también había otras firmas textiles interesadas. Tal y como adelantó ayer DEIA, la firma gallega busca una ubicación privilegiada en la arteria principal de la villa para impulsar su estrategia empresarial y abrir una tienda de tres plantas. La torre del BBVA es el inmueble que han tanteado los empresarios, pero, al parecer, y según ha podido saber este periódico, la galería comercial, situada frente al Palacio Foral, parece que cobra mayor fuerza entre las quinielas. Y es que la ubicación de este edificio es excepcional, no solo por estar situada en medio de la Gran Vía; de cerrarse el acuerdo, Inditex abriría su nueva tienda frente al megastore que Mango, -la otra empresa del textil- planea abrir en los 8.000 metros cuadrados con los que cuenta el recién adquirido edificio de Kutxabank. La guerra de los grandes del textil está abierta, y Bilbao es la urbe en la que todos están lanzando su artillería pesada. "Inditex no va a parar. Sabe lo que quiere y cómo lo quiere. Son profesionales del sector y buscarán el edificio perfecto para instalarse. Saben que la ciudad para crecer e implantar su nueva filosofía de comercio es Bilbao y van a por ello", cuentan fuentes cercanas al emporio gallego. La empresa interesada en la galería estaría dispuesta a asumir la ejecución del proyecto de reforma que conllevaría un cambio de forjados del inmueble y para lo que se necesita el consentimiento de los propietarios de los pisos y de los garajes.

REFORMA INTEGRAL

El inmueble sería sometido a una reforma integral para adaptarse a las necesidades comerciales que busca la empresa que dirige Pablo Isla. De hecho, la idea que baraja Inditex es sacar tres plantas. Para ello, sería necesario derribar por completo la parte interior del edificio para levantar las alturas desde una cota cero. Las ideas están desarrolladas, ahora solo falta darle forma y limar el acuerdo con los propietarios de los locales que forman la galería comercial. Poco ha transcendido sobre esta operación y las negociaciones se llevan con suma discreción para llevar a buen puerto la operación inmobiliaria. En la actualidad, la galería es de varios propietarios y los locales exteriores están ocupados por Lacoste y Swarovski, ambas de Armand Basi. Según las fuentes consultadas, la intención de la firma gallega es hacerse con la totalidad de los locales. Sin embargo, Armand Basi, -propietaria de ambas lonjas- "no está dispuesta a desprenderse del córner sin poner sus condiciones", relatan. Para dejar ese local la condición sine qua non que pone la firma es que les ofrezcan un local, de similares características al actual y en una zona privilegiada como es la Gran Vía. Hasta la fecha, según ha podido saber este diario, aunque se han mirado diferentes ubicaciones para Lacoste, ninguna ha convencido al propietario del córner. Las negociaciones van despacio. Incluso, de no hallar ese establecimiento que reúna las condiciones que tiene este punto de venta de Lacoste, Inditex no descartaría la posibilidad de integrar a esta tienda dentro de la reforma integral que planea llevar a cabo en ese edificio. Todo está aún en el aire. Lo que sí está claro es que si esta operación inmobiliaria termina finalmente viendo la luz, ese punto estratégico experimentaría un cambio espectacular, convirtiéndose en otra zona de referencia.

Según explica una persona ligada al sector comercial en Bilbao, estas galerías nunca han llegado a cuajar entre los clientes. El proyecto interior se ideó para albergar una sucursal del Banco Atlántico; por eso, el interior se divide en diferentes alturas. Pero finalmente un empresario madrileño se hizo con el local y decidió transformarlo en una galería comercial por la que han pasado diferentes firmas. "Lo que funciona es la tienda de Lacoste y la de joyería Swarosky que son los que quedan a pie de calle y son los dos locales que realmente se ven; el resto está oculto", comentan. Pese a la estructura de estas galerías, a lo largo de sus historia su excepcional ubicación ha despertado el interés de diferentes empresas. Zara, el Corte Inglés, Opencor y varias empresas textiles quisieron hacerse con el local, pero por diferentes motivos desistieron en su intención para ubicarse en otros espacios comerciales. Es cuestión de tiempo para comprobar si el imperio de Amancio Ortega es quien finalmente se queda con las galerías de Gran Vía.