Bilbao. La imagen de las calles de Bilbao cambiará a partir de octubre. Las 123 unidades que conforman la flota de Bilbobus que recorren a diario la trama urbana portarán por primera vez publicidad en sus laterales. Incluso, en casos especiales, podrán ser vestidos en su integridad con campañas de marketing, al igual que ocurre con el tranvía de Bilbao.
El consejo de gobierno municipal aprobó ayer el cambio de dos artículos del pliego de condiciones técnicas del contrato que ata al consistorio con la empresa Biobide, la firma que gestiona el servicio de Bilbobus. Uno de ellos permite la publicidad en los chasis de los autobuses, hasta ahora prohibida tanto en los autobuses de propiedad municipal como de los que todavía pertenecen a Biobide. El segundo punto concreta el reparto de los ingresos previstos por ser paneles publicitarios rodantes. En concreto, las arcas municipales recibirán el 80% del contrato mientras que la compañía de autobuses recibirá el restante 20% en concepto de perjuicio por todo lo que implica la colocación de la publicidad y sus especificidades. Asier Abaunza, concejal de Circulación y Transportes calcula que "cada año ingresaremos unos 300.000 euros" por una actividad que gestionará Biobide pero será tutelada por el Ayuntamiento. De hecho, el concurso que la compañía publicará en breve se atiene a los contratos públicos de las administraciones "aunque no es obligatorio al ser una empresa privada", apostilla Abaunza.
Control y beneficio El equipo de gobierno quiere controlar todo el proceso y beneficiarse también del nuevo escenario. Así se reserva tanto espacio en los autobuses para sus promociones, hasta 150 autobuses por semana y año podrán llevar, como vallas publicitarias y otros soportes que gestione la empresa que se contrate en Bilbao y otras ciudades, si la firma publicitaria que se contrate opera en todo el Estado.
La publicidad en forma de vinilos que se pegarán al chasis se colocará de forma generalizada en la parte posterior del autobús y en su lateral izquierdo, incluso ocupando los vidrios aunque con la obligación de permitir la visibilidad de los viajeros desde dentro. El lado derecho seguirá la marca roja y blanca de Bilbobus. El contrato, no obstante, prevé que la unidad pueda ser envuelta totalmente en publicidad solo en campañas muy especiales.
El control municipal llegará incluso a conocer antes los temas a anunciar y siempre teniendo en cuenta varias leyes del Gobierno vasco. Se permitirá los anuncios políticos en campañas electorales y en caso de algún problema, la concesionaria será la responsable de las consecuencias.
El concurso público que se abrirá en pocos días ha tenido en cuenta la renovación de los contratos que han llevado a cabo recientemente Madrid y Donostia, adaptando a la actual situación económica el canon mínimo que se aceptará 22.500 euros mensuales sin IVA. El acuerdo se firmará por tres años con posibilidad de prorrogarlo otros dos.