Bilbao. El Guggenheim, además de la proyección de Bilbao a nivel internacional, ha traído consigo una revolución y un cambio en la forma de vestir de los bilbainos; un cambio de mentalidad y también de modernización. Pero eso sí, en moda todo está inventado y, paradojas de la vida, en los últimos años lo inspirado en épocas pasadas se ha convertido en lo más chic. "Todavía no somos lo suficientemente atrevidos. Estaríamos en ese término medio en el que se nota el efecto Guggenheim. La apertura al turismo de la ciudad ha supuesto una apertura de mentalidad... y mucho en moda, las nuevas tendencias tienen una mayor presencia, y en ese cambio están las modas que evocan a tiempos pasados", dice Silvia Gallego, estilista y Personal Shopper de El Corte Inglés. Es lo que se conoce como estilo vintage o retro, inspirado en décadas pasadas.

Lo cierto es que lo vintage o retro está ocupando cada vez un mayor peso y Bilbao se suma a ello. Tanto es así que esta semana -del 19 al 21 de abril- se celebrará en Bilbao la primera feria vintage. Será en el Gran hotel Domine. Diferentes tiendas de ropa, complementos y muebles de épocas pasadas se darán cita en ese encuentro que cada vez con mayor fuerza atrapa la atención de sibaritas y amantes de lo antiguo, pero que hoy en día, curiosamente, sigue estando de moda.

Lo cierto es que todo lo que tiene un toque de décadas pasadas parece que gusta cada vez más y tiene un mayor auge; también en Bilbao, que poco a poco se está dejando atrapar por tiempos pasados. La villa no se queda atrás y se sube al carro de las tendencias, aunque, según asegura Silvia Gallego, "el bilbaino no se caracteriza por ser muy atrevido" ya que tiene "un marcado estilo y es muy elegante". Prendas multicolores, combinadas con rayas, complementos con un marcado estilo setentero con pieles que simulan al cocodrilo o al pitón, gafas enormes estilo mariposa o aviador, turbantes con colores vivos, sandalias de cuña con tiras años setenta... No cabe duda que las grandes modas siempre se han caracterizado por dejar una marca en la sociedad que las consume. "No es lo mismo el vintage que el retro. Lo primero se refiere a objetos antiguos, con al menos veinte años de antigüedad, mientras que lo segundo se trata de estilos que se inspiran en épocas pasadas, que evocan las décadas de de los sesenta, setenta y ochenta", cuenta Gallego.

La palabra vintage viene del francés antiguo vendage. Al igual que un buen vino, los objetos vintage tienen una edad (mínimo veinte años de antigüedad), fueron manufacturados en cantidades pequeñas o medianas y con estándares de calidad que les permitieron sobrevivir hasta hoy. Lo retro hace referencia a una estética, estilo o ideas concepciones del pasado. "Yo tengo un bolso de Christian Dior de 1920 y para mí es una auténtica joya", describe Gallego para aclarar las diferencias entre los dos términos.

Nostalgia de épocas pasadas El atractivo de adquirir objetos o ropa con esa estética radica en una nostalgia por épocas pasadas y escenarios icónicos, bohemios o románticos... Usar ropa vintage se asocia con un buen gusto en cuanto a estilo y moda, además de que su estética contrasta con la mayoría de la ropa actual e incluso pueden considerarse prendas coleccionables. "En el estilo vintage lo bonito es la combinación de lo antiguo con lo moderno y crear así una nueva tendencia", apunta la estilista de El Corte Inglés. En la actualidad, firmas de alta costura se suman a los diseños inspirados en épocas pasadas, pero utilizando nuevas técnicas que lo hacen diferente y a la vez único.

La firma Escada es uno de esos ejemplos; parte de su colección de primavera verano evoca estilos muy de los años setenta, con estampados florales, que retrata a mujeres muy femeninas con suaves y románticas siluetas. "La combinación de flores con rayas se contempla perfectamente ahora; colores vivos, ácidos", describe Maite, responsable del equipo Escada Bilbao. En su opinión, los bilbainos se atreven cada vez más, aunque "siempre dentro de su estilo elegante", apunta Fernández. Todo es cuestión de lanzarse y de buscar en el fondo del armario ese bolso que lleva décadas olvidado.