Síguenos en redes sociales:

La India, más cerca de Botica Vieja...

El instituto Botikazar desarrolla un proyecto solidario en colaboración con la Fundación Vicente Ferrer

La India, más cerca de Botica Vieja...Zigor Alkorta

Bilbao

AYER era día de mercadillo en el instituto Botikazar. Mejor dicho, era el día del mercadillo porque solo hacen uno al año. Es un mercadillo peculiar, diferente, de comercio justo. Los alumnos, con la ayuda del infatigable profesor de Economía, Iñaki Valencia, no lo montan para sacar dinero de cara al viaje de estudios. Lo organizan con el doble objetivo de concienciar a compañeros y profesores sobre el consumo responsable y, por otra parte, para hacer prácticas de su asignatura. "Tiene un aspecto académico y otro solidario", destaca Koldo Lekunberri, jefe de estudios del instituto bilbaino. El mercadillo no es más que una de las muchas actividades solidarias que realiza Botikazar desde hace años. Actualmente mantienen una estrecha relación con la Fundación Vicente Ferrer, colaborando en los proyectos que llevan a cabo en la India. El Ayuntamiento de Bilbao ha querido reconocer la labor que desarrolla el instituto con el premio Bilbao Norte-Sur, en la modalidad Escuelas Solidarias.

"Siempre hemos tenido inquietud por darle al centro un toque solidario", confiesa Koldo Lekunberri, uno de los artífices de que haya prendido la mecha. Con ese espíritu, hace tres años, Iñaki Valencia, otro profesor comprometido, se puso en contacto con diferentes ONG para ver de qué forma podían canalizar esas inquietudes. "Al final", señala Koldo, "nos topamos con la Fundación Vicente Ferrer y nos gustó mucho porque encajaba muy bien con nosotros, ya que las dos somos laicas y públicas". También les gustaron sus proyectos y su "forma de trabajar".

En un primer momento les propusieron participar en un programa cuyo objetivo era conseguir fondos para comprar bicicletas para unas niñas que carecían de medio de transporte en el que acudir a la escuela. "Los chavales se lanzaron a vender tortillas", recuerda Koldo, "y consiguieron recaudar dinero como para comprar casi 18 bicicletas". La experiencia fue todo un éxito, lo que les animó a estrechar los lazos con la fundación Vicente Ferrer. Ese mismo curso, el 2010-2011, se adhirieron al programa School to School. Gracias a esa iniciativa, los alumnos comenzaron a elaborar material con destino a una escuela de Anantapur.

Viaje La relación se fue intensificando. Y un buen día se acercó hasta el instituto un miembro de la fundación para dar una charla. Al finalizar, Sasy, que así es como se llamaba el hombre llegado desde Anantapur, les comentó que un grupo de estudiantes de Granada iba a ir a la India. "Eso nos picó", comenta Koldo. Así que, pocos días después, alumnos, padres y profesores ya estaban poniendo en marcha toda la maquinaria para poder conocer de primera mano los proyectos de la Fundación Vicente Ferrer en la India. Durante todo el curso pasado, los alumnos organizaron todo tipo de actividades para recaudar fondos y poder costearse el viaje. La mayoría de ellos tuvieron que renunciar a muchas cosas, una de ellas y muy importante, al viaje de estudios a Amsterdam. Pero el sacrificio les mereció la pena. A mediados del mes de junio, una veintena de alumnos, dos profesores, Iñaki y Koldo, y dos voluntarios bilbainos de la Fundación Vicente Ferrer, partieron hacia Anantapur. Dos semanas después volvieron impresionados. "Fue una gran experiencia", señala Koldo. Y para devolver la hospitalidad con la que habían sido tratados, Iñaki y Koldo pensaron que debían hacer algo. Ese algo fue editar un calendario con algunas de las más de 2.000 fotos que sacaron en el viaje. "Si hacen un calendario los bomberos, ¿por qué no nosotros?", dice Koldo que pensaron en aquel momento. Pues fue todo un éxito. Vendieron los 2.000 calendarios que editaron, recaudando un total de 8.500 euros. Un dinero que ya ha ido destinado a construir una escuela en Anantapur.

Otra de las iniciativas que surgió tras el viaje fue la de escribir un libro. Iñaki ha conseguido reunir en un pequeño volumen, muy bien ilustrado y maquetado, los textos que cada alumno fue escribiendo sobre los proyectos que visitaron. "Nos está costando venderlo", dice Koldo, "pero creo que ha quedado muy bonito". Con este libro, que cuesta 15 euros, se cierra el capítulo del viaje del año pasado. Pero las inquietudes solidarias en Botikazar no se han paralizado. Iñaki ya tiene todo en marcha para una nueva expedición a la India. Este año irán otros veinte alumnos y dos profesores. Iñaki repetirá y en esta ocasión se sumará la subdirectora, Susana Guinea, en lugar de Koldo. "Están muy ilusionados", señala el jefe de estudios. Lo mismo que los profesores, que estos días están con un "punto de alegría" gracias al premio Bilbao Norte-Sur.

"Yo creo que el premio ha sido el reconocimiento al trabajo que llevamos realizando desde hace años", comenta Iñaki, que no para de un lado para otro un día tan señalado como es del mercadillo del comercio justo. El noveno.