bilbao. Los vizcainos secundaron ayer la lluvia de actos organizados por los comercios de Bilbao para incentivar las ventas. Ambiente, alegría y música se convirtieron en el mejor escaparate de lo que se puede comprar en la ciudad. A eso sumó el esplendor de una plaza de abastos, La Ribera, que tras su renovación también cumplió las expectativas prenavideñas con un llenazo total.
La campaña navideña, cita obligada para llevarse un buen género, fue la excusa perfecta para que el mercado registrase un llenazo absoluto en su primer fin de semana tras la reapertura.
"Los precios están más baratos que en Igorre", explicó Joseba, a la salida del mercado cargado con seis bolsas, satisfecho por haber tenido una mañana productiva a la hora de realizar los preparativos navideños. Para él, y también para otros muchos clientes, el nuevo aspecto que presenta el complejo bilbaino resultó una grata sorpresa. "Es la primera vez que vengo este año pero está muy bonito. La remodelación ha quedado muy bien", apuntó dispuesto a repetir viaje el próximo fin de semana. "He cogido el metro en Etxebarri porque usar el transporte público es la manera más cómoda de venir", añadió.
Aunque el pasado lunes fue oficialmente la reapertura, los comerciantes esperaban con ganas este primer día de fiesta para palpar las primeras sensaciones de cara a la Navidad. Además, el tiempo acompañó en una cálida jornada de diciembre, que no hizo más que animar a la gente a salir en busca de lo que el mercado les podía ofrecer. Por eso, las amplias estancias del centro de abastos bilbaino, renovado por completo a falta de unos pequeños flecos, presentaron ayer un aspecto angosto y repleto. Desde primera hora de la mañana, los pasillos entre puestos, parecían albergar un multitudinario concierto en el que no cabía un alfiler. Los clientes pedían la vez entre una marabunta de gente que se hacía hueco con dificultades en cada comercio. Apenas había distancia entre un puesto y otro, y los clientes de pescaderías o charcuterías se mezclaban con los de hortalizas o embutidos. Fue la magia de un mercado lleno de ambiente. "Hay que gastar dinero, como todos los años", resumió Isabel Núñez, acompañada por la familia para hacer las compras navideñas. "Hemos venido principalmente a por carne", explicó al tiempo que reconoció que ahora el mercado "está mejor que antes".
desde barcelona El mercado de la Ribera reúne a todo tipo de personas. En su heterogeneidad está su riqueza y la cantidad de personas que lo visitan ofrecen, desde diferentes prismas, su visión sobre el centro. Este es el caso de David, un joven recién afincado en la capital vizcaina, junto a su hija Lucía de cuatro años que estaba acostumbrado a hacer las compras en Barcelona, donde residía antes. "Llevamos cinco meses en Bilbao y es la primera vez que venimos al mercado de La Ribera, es muy bonito", reconoció. Durante su visita, las obligaciones navideñas les llevaron sobre todo a las pescaderías. "Hemos venido a comprar pescado para Navidad y veo que los precios están un poco más caros que en Barcelona", comparó.
Por otro lado, la jornada festiva sirvió para ver por el mercado a gente que habitualmente no puede acudir por motivos laborales. Este fue el caso de Amaia, Arrate y María, tres amigas de Bilbao y Basauri, que aprovecharon el sábado para hacer unas compras antes de la hora de comer. "Normalmente suelen venir nuestras amatxus pero hoy nos ha tocado a nosotras", indicaron. El renovado aspecto del mercado también les causó sensación durante su recorrido por los puestos.
Lo que se vivió dentro de La Ribera tuvo también su reflejo en el exterior en las calle del Casco Viejo que estuvieron colmadas de vizcainos que aprovecharon este fin de semana prenavideño para ir adelantando los regalos de Nochebuena. "Con buen ambiente, resulta más animado comprar y pasear", señalaron los clientes.