Vuelta a los orígenes del abuelo
Javi Foraster pone en marcha en Bilbao la Sastrería For junto a su hijo Jon y el 'personal shopper' Javier Sañudo
LA idea surgió en un viaje a Tailandia. Jon Foraster, hijo, nieto y biznieto de comerciantes, vio que había sastres en plena calle que hacían trajes a medida en menos de cuarenta y ocho horas. "La gente hacía una cola que daba la vuelta a la manzana del edificio y entre ellos había muchos turistas que aprovechaban el viaje para hacerse un par de trajes a un buen precio", señala Jon. De vuelta a Bilbao se lo comentó a su padre, Javi, que, influido por la "genética del abuelo", dio el visto bueno al proyecto. "Pensamos que podía ser un buena idea confeccionar trajes a medida a un precio asequible", apunta Javi. Así que se pusieron manos a la obra. Y para ello se unió a la aventura empresarial Javier Sañudo, un personal shopper bilbaino con experiencia profesional en Madrid y Barcelona. Por fin, el pasado 1 de septiembre abrieron al público Sastrería Foraster. El establecimiento no se encuentra a pie de calle. Siguiendo la tendencia europea, la sastrería está ubicada en un piso en Indautxu, aunque a ellos no les gusta que se llame piso, sino showroom. A pesar de que solo llevan dos meses con el negocio, están muy contentos con los resultados. "Hay algunos clientes que se quedan tan satisfechos cuando vienen a recoger el traje, que encargan otro antes de marcharse", comentan los tres socios.
A Javi se le cambia la cara cuando señala sobre una fotografía color sepia colgada de la pared quién era su abuelo. "Era un fenómeno", dice. Algo de ello debe de haber de cierto porque Antonio Foraster, el patriarca, acabó montando negocios en La Coruña, Santander, Gasteiz y Bilbao. Javi explica que su abuelo "como tenía un espíritu muy empresarial y emprendedor se fue de joven a México para montar allí una fábrica azucarera". De regreso a Bilbao, Antonio Foraster creó un negocio de recauchutado y engomados en la calle Autonomía. "Fabricaba el tejido impermeable", señala Javi. De esa forma entró en el negocio textil, lo que le animó a montar en 1921 una sastrería en la calle Ledesma. Se llamaba For y se anunciaba como Fábrica de gabardinas, trincheras y peletería. El negocio fue creciendo, lo que supuso la apertura de nuevas tiendas en el Casco Viejo, Hurtado de Amézaga y Gran Vía. Y allí, en las diferentes tiendas, fueron aprendiendo el oficio los hijos y nietos de Antonio, entre ellos, Javi.
Negocios Javi trabajó en la sastrería del Casco Viejo durante muchos años, como él quiere dejar patente "para que la gente piense que aquí hay profesionalidad". Posteriormente abrió sus propios negocios, avalados por el apellido For, lo mismo que su hermano Toño. Sin embargo, "los tiempos que corren" le han hecho desprenderse de algunos de ellos para centrarse ahora, a sus 62 años, en el negocio que le ha planteado su hijo Jon. "Él es el que tuvo la idea", quiere dejar bien claro a todos.
Y la chispa surgió, tal y como relata Jon, en un viaje a Tailandia. "Allí la gente se hacía trajes casi al momento", señala. Cuando dice al momento, se refiere a que "te tomaban medidas y en dos días tenías el traje hecho". Según apunta Javi, esa forma de trabajar no es algo exclusivo de Tailandia, ya que "en China o incluso en Turquía también existen ese tipo de sastrerías". Eso le hizo pensar a Jon que en Bilbao podría aplicar una metodología parecida, aunque el plazo de entrega fuera algo mayor. "Entre la influencia genética del abuelo y la idea del viaje a Tailandia", señala Javi, "pensamos que se podía adaptar ese tipo de servicio al centro de Bilbao".
Además, todos pensaron que la idea podía ser buena porque "en Bilbao la gente lleva mucho traje". Una vez aceptado el reto, tanto Javi como su hijo Jon, y Javier Sañudo, el tercer socio del negocio, decidieron que la Sastrería Foraster debía estar ubicada en un piso o showroom, como lo denominan ellos. "Esto es una tendencia europea, que está funcionando mucho en Inglaterra", apunta Javi. Al estar en un piso pretenden "dar un trato más exclusivo al cliente". "Aquí no cabe la posibilidad de que alguien te dé un codazo mientras te estás probando un traje en una tienda", señala el mayor de los Foraster. "Aquí hay un ambiente más familiar", dice Jon, "donde el cliente se puede sentir más a gusto". De hecho, se vuelcan con el visitante durante más de un hora, si es necesario. Por algo dan cita previa. Otra de las ventajas del sistema de trabajo que han puesto en marcha Javi, Jon y Javier, es "un acabado perfecto sin las molestias que se dan en una sastrería tradicional, a la que hay que acudir hasta cuatro veces para hacer las correspondientes pruebas". "Aquí tomamos medidas según la morfología de los clientes, posteriormente eligen los tejidos y al cabo de tres semanas vienen a recogerlo", dice Javier.
Precios Los trajes son confeccionados en un taller y el resultado hasta el momento es muy satisfactorio para ellos y para los clientes. "Nosotros estamos muy contentos porque vemos que la confección es muy buena y los tejidos de una gran calidad", dice Javi. ¿Y cuál es el precio asequible al que se referían al principio? "Pues estamos hablando de trajes a 390 euros, camisas a medida a 80 euros y americanas sport a 280 euros", contesta Jon. Aclaran los tres que son precios de oferta porque "un traje a medida ronda los 780 euros". Desde que abrieron la sastrería, hasta el showroom de la calle Licenciado Poza número 25, se ha acercado "todo tipo de clientela". Desde jóvenes ejecutivos de importantes despachos de abogados hasta señores que superan los ochenta años. Javi no puede ocultar su satisfacción con la acogida que ha tenido el negocio, que de alguna forma ha retomado el espíritu del abuelo Foraster.