Las mil y una caras de la Acción Social
La Diputación impulsa, junto a otras asociaciones del territorio, diferentes infraestructuras en las que atiende a los colectivos que más ayuda necesitan
Bilbao
Las personas en situaciones delicadas son una prioridad para Bizkaia y, por ello, la Diputación Foral invierte para mejorar las condiciones de colectivos tan necesitados como las personas dependientes, los colectivos en riesgo de exclusión social o los drogodependientes, entre otros. Detrás de los datos, presupuestos o proyectos, hay muchas personas que se ven beneficiadas de las inversiones forales, vidas que encuentran un apoyo y un impulso para superar sus problemas. "Queremos que la ciudadanía ponga imagen y cara a los proyectos en los que invierte la Diputación", explica Pilar Ardanza, diputada de Acción Social.
Entre esos rostros que se benefician de las aportaciones de los vizcainos figuran los mayores del centro de día y residencia Bilbozarra. En la zona de residencia hay 137 camas, de las que 89 son de uso público. Son parte de las 5.000 plazas públicas que existen para los mayores de Bizkaia. "Estas plazas están ocupadas y hay lista de espera", precisa Ardanza. Por su parte, el centro de día cuenta con 50 plazas.
Tras reponer fuerzas con un desayuno, los mayores inician sus ejercicios diarios. Dibujos, carteles y murales realizados por ellos mismos decoran la sala en la que día a día dibujan y completan puzzles o fichas en las que deben asociar los dibujos con la palabra que define al objeto. Todas estas actividades tienen como objetivo que mantengan la mente despierta y activa, y que socialicen entre ellos. Tan bien están funcionando este tipo de espacios que la Diputación está valorando la posibilidad de abrir algunos de estos centros el fin de semana. En ellos se prestan unos cuidados que cada vez requieren más personas y es que, aunque la salud de nuestros mayores cada vez es mejor, el envejecimiento de la población es evidente. "Nuestra labor es dar una muy buena calidad asistencial a nuestros mayores", comenta María José Arenaza, directora de Bilbozarra.
Entre juegos está Santa Zubiaga, una mujer de 81 años que día a día trabaja su mente. "Vengo con mucha ilusión. Aquí estoy con mis compañeros y lo mejor es estar con ellos", explica esta mujer mientras trata de resolver un puzzle. Lo hace con tenacidad. Se para, mira, comprueba y encuentra la pieza idónea. "No me rindo, me gustan todos los juegos que hay", asegura. Juegos que no están ideados para personas mayores, sino para niños. "No hay material para ellos y, de lo que hay en el mercado, lo mejor son los juegos para niños", afirman los responsables del centro. Actividades de niños para mantener su memoria y sus recuerdos.
Labor de socialización Relación y socialización son dos términos clave en los proyectos de Acción Social. Intentan evitar que nadie se aísle, que se relacione con el exterior, que siga inmerso en la dinámica de la sociedad, esté en la situación que esté. En este cometido tiene mucho que decir Hargindegi, en el que la Diputación y Cáritas Bizkaia unen sus fuerzas para ayudar y formar a personas en situación de vulnerabilidad. Este es uno de los 17 centros de integración social en los que colaboran ambas entidades. En estos centros, según indica Mikel Ruiz, director de Cáritas Bizkaia, se atendieron a 482 personas en 2011. De ellas, el 70% fueron mujeres y el 65% personas menores de 30 años. Una de las últimas en llegar es Miren, una joven que está haciendo un curso de costura. "No sabía coser y aquí trataré de aprender a hacerlo", se sincera. Aún no ha tenido tiempo, puesto que apenas lleva una semana asistiendo a estos cursos. "Como no hay trabajo quiero estar aquí para aprender", resume. Aprender, adquirir conocimientos para buscar un futuro mejor. Para ello van al centro dos veces a la semana durante dos horas a talleres prelaborales, relacionales y de familia. Allí, alguno de los 75 voluntarios que hay en los CIS les ayudan en este cometido. Ejemplo de ello es Benilde Gorrondia. "Llevo 22 años de voluntaria y no veo la vida igual desde que hago esto. No te marca la vida, te la engrandece", reflexiona esta mujer ya jubilada. En este centro se hace un "itinerario de inserción social". Un camino en el que se busca una formación a todos los niveles con el objetivo de adquirir competencias a nivel familiar, laboral y social.
Por su parte, los drogodependientes también están apoyados por el ente foral. El centro de atención nocturna Hontza es un ejemplo. Allí, los drogodependientes pueden dormir, ducharse y alimentarse. Este centro abre a las 21.30 horas para cerrar a las 08.30 horas. "Somos el referente de estas personas porque siempre estamos ahí", explica Sonia Costillas, coordinadora diurna de Hontza. La función de este centro es, en primera instancia, evitar que al problema de la drogodependencia se sumen otras problemáticas de salud. Lo hacen con 18 plazas para que los drogodependientes puedan dormir. La higiene es el otro caballo de batalla de este centro. "Aquí recogemos al año entre 20.000 y 30.000 jeringuillas", explica el director de Cáritas Bizkaia. Este programa busca ir poco a poco reincorporando a los drogodependientes a los hábitos cotidianos. "Para nosotros, que consigan hacer algo es un éxito", afirma Costillas. La Diputación trabaja día a día para dar una respuesta a todas las realidades que existe en el territorio. "Todas estas personas merecen vivir con dignidad", concluye la diputada Pilar Ardanza.
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