Bilbao. El nuevo acceso viario a Bilbao por San Mamés es la obra de infraestructura más compleja que se está efectuando en Bizkaia, incluso por encima de la recién inaugurada Variante Sur Metropolitana, también conocida como Supersur. Todas las obras se están ejecutando manteniendo en todo momento el tráfico en el tramo de autopista más usado de Euskadi. Y todo ello para conseguir que este nuevo nudo viario sustituya al scalextric de Sabino Arana.
Los vecinos que conviven con el viaducto deberán esperar hasta el primer trimestre de 2012 para verlo desaparecer. Anteriormente se anunció la fecha de apertura en 2010, pero el proyecto urbanístico para Basurto y Olabeaga ha obligado a redefinir el nuevo acceso a la ciudad. El equipo de la arquitecta Zaha Hadid apostó por reducir la capacidad de la carretera, de ocho a cuatro carriles, para evitar otro scalextric.
El nuevo acceso por encima de Olabeaga mantendrá los movimientos de entrada y salida hacia Donostia y Santander, pero con menor capacidad. Se calcula que "entre dos tercios y tres cuartos de la actual". De los 70.000 vehículos que entran cada día a Bilbao por Sabino Arana, alrededor de 40.000 tendrán cabida en el nuevo acceso. El resto deberán buscar otras entradas en el norte de la ciudad.
Después de 34 meses de obras -se iniciaron en febrero de 2009-, el nuevo nudo viario que sustituirá a la entrada por la avenida de Sabino Arana lleva muy adelantados sus trabajos. Aunque tanto las obras de los nuevos accesos como el derribo del scalextric correrán a cargo de la Diputación, después será el Ayuntamiento de Bilbao quien tendrá que ocuparse de la urbanización de la nueva avenida que se genere. La Diputación está ejecutando los trabajos de conexión con la autopista en uso, construye el nuevo paso subterráneo por encima de Basurto, y habilita la llegada al entramado urbano bajo los barrios de Santa Ana y Olabeaga. Su tajo finaliza justo al lado del hospital, donde toma el relevo Ría 2000, que se encarga de crear el final del nuevo vial que limita con el edificio de Hacienda y concluye en la actual rotonda de Torres Quevedo.
Pero será el Ayuntamiento quien tendrá que realizar la obra propia de ciudad. De hecho, la nueva avenida Sabino Arana ganará en longitud casi los mismos metros lineales que ocupa en la actualidad. Los vecinos que durante años han expresado sus molestias por el ruido en esta entrada de Bilbao recuperarán por fin la tranquilidad de una zona que, si no fuera por el flujo de vehículos que pasan a diario, se encuentra bien comunicado y dotada de buenos servicios. "Es el proyecto viario más complejo que se ha llevado a cabo nunca en Bizkaia por estar rodeado de casas y vecinos, tener que mantener la circulación en el tramo de mayor tráfico del territorio y llevar a cabo a la vez varios procedimientos constructivos", comentó el director foral de Obras Públicas en junio, cuando las obras alcanzaban uno de sus puntos más álgidos del proyecto.