Bilbao. A Mertxe le han operado dos veces de la cadera. Desde el pasado mes de enero se tiene que ayudar de una muleta para caminar más cómoda y segura. Pues a pesar de ello, allí estaba ayer subiendo las exigentes Calzadas de Mallona con mucho brío y mejor humor. Mertxe fue una de las miles de personas que ayer se acercó hasta la basílica para honrar a la patrona de Bizkaia. Ella lo hizo como una auténtica romera, con su pañuelo morado al cuello, y muchas dosis de alegría canturreando las melodías que salían de las trikitixas y los txistularis. A sus 75 años, y con un clavo en la cadera, realizó todo el recorrido sin pestañear y acompañada de dos amigas, a las que había convencido para participar en la romería. Las tres, llegadas del valle de Arratia, escucharon con atención las palabras de Enrique Thate, nombrado Romero de Honor 2011, y posteriormente con mucha devoción la misa con la que se cerraba una jornada multitudinaria en la basílica de Begoña. Tampoco faltaron las rosquillas, el talo con chorizo y el pastel vasco, que para eso es una romería como Dios manda. Eso sí, lo primero fue alimentar el alma y luego el estómago.

"Yo soy muy devota de la virgen de Begoña", decía algo emocionada Maite, otra romera, en este caso bilbaina, que lleva "toda la vida" acudiendo a la basílica tal día como ayer. "Para las que sentimos una devoción especial por la Amatxu", señala, "hoy (por ayer) es un día muy especial". Algo parecido comentaba Ricardo Arana, miembro de la cofradía del colegio Jesuitas de Indautxu. "Tengo 66 años y llevo 60 viniendo a Begoña los 11 de octubre, que es el verdadero día de la patrona y no el 15 de agosto, como se cree la gente", especificaba con una makila de la Hermandad de la Virgen de Begoña mientras esperaba en la plaza del Arriaga el comienzo de la romería.

Recorrido Una romería que se inició pasadas las siete y media de la tarde con el sonido de las trikitixas del grupo Bertako de Zamudio. Tras el estandarte de la Hermandad de Begoña desfilaron cientos de personas anónimas y devotas de la patrona de Bizkaia, además del Romero de Honor de este año, el comerciante bilbaino Enrique Thate. La marcha recorrió algunas calles del Casco Viejo: Correo, Cinturería, Portal de Zamudio... hasta llegar a la plaza Unamuno. Allí los romeros hicieron una pequeño alto en el camino para coger fuerzas y acometer con garantías las Calzadas de Mallona. El buen tiempo, ayer había una preciosa luna llena y una temperatura más primaveral que otoñal, ayudaron a superar con éxito las empinadas escaleras de las Calzadas. Y así, dosificando el esfuerzo y el tiempo, para llegar con puntualidad alemana, en honor de Thate, la romería llegó a la explanada de la basílica a las 20.45, hora prevista por la organización.

Tras unos minutos de espera, debido a la cantidad de gente que salía de la iglesia, los romeros entraron en la basílica escoltando a Enrique Thate. Emocionado, se dirigió desde el púlpito para recordar la devoción que sentía por la virgen de Begoña, "algo que siempre nos transmitió mi abuelo". El comerciante bilbaino aprovechó el momento para "pedir a la Amatxu que nos ayude un poco al sector al que pertenezco y que, por lo menos, no bajen las ventas". Tras sus palabras, Carmelo Garitaonandia, párroco de Begoña, agradeció "la presencia de miles de fieles que han venido a lo largo del día, lo cual es una gran alegría para nosotros".