bilbao. "Hay que cuidar también al cuidador", afirma Enrique Saracho, psiquiatra, especialista en Intervención Comunitaria y coordinador del curso Promover la Salud en la Familia de un Enfermo/a Crónico/a. Este programa impulsado por el área de Salud y Consumo del Ayuntamiento de Bilbao se pondrá en marcha a partir del próximo jueves y hasta el día 15 de diciembre con el objetivo de ofrecer una herramienta de apoyo y asesoramiento a los familiares que cuidan de enfermos crónicos.

Este curso, que contará con la participación de 25 personas, está compuesto por un total de nueve sesiones, una por semana y cada sesión tendrá dos horas de duración. "Cada vez hay más familias que deben afrontar esta realidad en sus hogares. Por esta razón hemos organizado estos cursos", asegura Ainhoa Agirregoitia, concejal delegada del Área de Salud y Consumo. Y es que, mientras en el ámbito de las dolencias crónicas se ha "avanzado mucho clínicamente", es en el "aspecto psicosocial donde está la asignatura pendiente", según explica Saracho.

"El médico no pregunta al familiar por su estado de ánimo, solo pregunta por el enfermo", narra. Por esta razón, este programa quiere dar un enfoque diferente a la gestión de estas enfermedades, dispensando atenciones al entorno del enfermo, ya que en opinión de Saracho: "Cuidar al cuidador también es cuidar al enfermo".

Para ello, este programa tratará "temas muy trascendentes" como el trato cotidiano con un enfermo crónico, la importancia de la autoestima, los casos de niños enfermos crónicos o las diferencias entre hombres y mujeres a la hora de enfermar. "Hay una gran diferencia en la forma de enfermar entre un sexo y otro y también su entorno trata la dolencia de manera diferente si el enfermo es hombre o mujer", explica Saracho. Las inscripciones para este curso se han gestionado a través de las diferentes asociaciones de la villa; todo ello, según el coordinador del programa, con el fin de que "el Ayuntamiento sea el nexo de unión del tejido asociativo de Bilbao, ya que ellos pueden llegar a donde los profesionales no llegamos".

aceptar la enfermedad Y es que este programa se centra en la gestión de este tipo de situaciones. "Queremos que, desde la dificultad que entraña, la enfermedad crónica nos enseñe cosas, que no melle nuestra autoestima y sepamos manejar y aceptar las limitaciones que la dolencia nos suponga", indica Saracho. Esa aceptación supone una mejora en la calidad de vida, ya que "no hay que lamentarse por lo que a causa de la enfermedad no se puede hacer, sino aprovechar lo que podemos hacer", analiza Saracho.

En ese aspecto, el cuidador tiene también un papel muy importante, ya que, "a causa de la enfermedad los familiares, en ocasiones tienden a sobreproteger al enfermo, restándoles autonomía", precisa el psiquiatra. Esta circunstancia suele ser más habitual cuando los enfermos son niños, colectivo para el que este programa tiene un apartado particular.

"Incidimos a los padres en no achacar a la enfermedad cosas que no tienen nada que ver con ella", señala el coordinador del programa. Asimismo, Saracho también puntualiza que "la enfermedad no debe monopolizarlo todo; ellos como cualquier otro niño deben satisfacerlas en la medida que puedan".

Por todo ello, Bilbao intenta servir de apoyo para todos aquellos familiares que, en su día a día, conviven con un enfermo crónico y que a su rol de marido, mujer, padre, madre o hijo deben sumar el de enfermero o cuidador. "Espero que en el futuro, otras instituciones sigan el ejemplo del Ayuntamiento", zanja Enrique Saracho.