Bilbao cifra en 140.000 euros el coste de los destrozos tras el derribo de Kukutza
940 contenedores, además de bancos, farolas y señales, resultaron afectados durante los altercados
Bilbao. 140.000 euros. Ni más ni menos. Esa es la cantidad que el Ayuntamiento de Bilbao tendrá que desembolsar para hacer frente a los destrozos causados por los actos vandálicos acontecidos en los últimos días por el derribo del gaztetxe Kukutza III de Rekalde. Un gasto inoportuno para las arcas municipales, teniendo en cuenta que el presupuesto de 2011 para la conservación de mobiliario y enseres asciende a 124.000 euros, es decir, que la reposición de los 940 contenedores y el diverso material dañado costará 16.000 euros más de lo que el Ayuntamiento tenía reservado a este fin para todo el año.
Mientras el gaztetxe de Rekalde se encuentra en proceso de derribo, el barrio recupera día a día la calma tras la batalla campal sufrida el pasado viernes. El cómputo total de contenedores de basura dañados, arrastrados e incendiados para la construcción de barricadas en los enfrentamientos entre los efectivos de la Brigada Móvil de la Ertzain-tza y los defensores del gaztetxe es de 940. De estos, 80 quedaron totalmente calcinados, mientras que otros 50 sufrieron daños que impiden su utilización. Los incidentes también afectaron a varios vehículos de transporte público. Los impactos de las piedras y los objetos lanzados rompieron la luna de una unidad de Bilbobus y destrozos en una patrulla de la Policía Local.
Ahora, el Ayuntamiento se enfrenta a un gasto de 140.000 euros para reponer o reparar los contenedores, los árboles y los bancos calcinados, las farolas, los bolardos y el pavimento ennegrecidos y los vehículos afectados. Un montante 16.000 euros superior a la cantidad destinada a este fin para todo el año.
Los incidentes, que se iniciaron el pasado viernes en Rekalde, se prolongaron durante todo el fin de semana por diferentes puntos de la ciudad, entre ellos Abando, Casco Viejo, Santutxu y Uribarri.
Posturas enfrentadas Si bien el alcalde de Bilbao, Iñaki Azkuna, insistió el pasado fin de semana en que Bildu y la izquierda abertzale se encontraban detrás de los altercados vividos en la ciudad y resaltó que no iba "a tolerar" que "siembren la calle de violencia". Una apreciación compartida por el presidente del EBB del PNV, Iñigo Urkullu, quien ayer advirtió a Bilbu y a la izquierda abertzale de que "deben ser conscientes" del riesgo de "haber educado en el odio" durante muchos años. Asimismo, el jeltzale hizo hincapié en "lo significativo" de que "todos los partidos con representación en el Ayuntamiento, salvo Bildu, tenga las cosas muy claras" respecto a los incidentes derivados del derribo.
Por su parte, Txelui Moreno, dirigente de la izquierda abertzale, aseguró que "lo que sobra y estorba es la Ertzaintza aplicándose con tanta violencia gratuita contra la ciudadanía" tanto en el desalojo como en el posterior derribo del inmueble. Moreno lamentó el derribo del gaztetxe que, según dijo, "ha roto un millón de sueños allí y eso no tiene precio. En Rekalde todo el mundo conocía Kukutza, estaban participando y sabían cómo se hacían las actividades". Además, el abertzale criticó al PNV diciendo que "a lo que está acostumbrado es a la valoración económica y habla de la legalidad cuando le interesa y cuando no le interesa no".
Mientras, Jose Ángel Esnaola, abogado de la Asociación vecinal Errekaldeberriz, señaló que los incidentes "posiblemente se hubieran evitado si las autoridades municipales hubieran hecho cumplir la ley, no solo a los ocupantes de Kukutza, sino también a la empresa propietaria del suelo".
Dos semanas más El derribo de la antigua fábrica que albergaba el gaztetxe Kukutza se prolongará durante dos semanas más. La demolición se ha visto dilatada en el tiempo debido a que, a partir de ahora, las tareas de desmantelamiento del edificio se realizarán a mano. Y es que, la grúa de enormes dimensiones encargada de reducir la estructura a escombros no puede continuar con la tarea. Una vez finalizada la demolición, lo que en principio debía haber sucedido el pasado fin de semana, la empresa se ocupará de la gestión de los residuos derivados del derribo para que, una vez limpio el solar, se proceda a la construcción del bloque de viviendas de seis alturas.
Además del mobiliario urbano, los batzokis de Errekalde y Casco Viejo fueron atacados por los radicales. También, diez vehículos particulares resultaron afectados, así como varias sucursales bancarias y comercios como consecuencia del fuego y los objetos arrojados en las diferentes cargas policiales. Tras la batalla campal vivida el viernes, hubo varias réplicas en la madrugada del sábado. Los incidentes más graves se registraron en Uribarri, donde cuatro turismos, árboles y mobiliario urbano ardieron y un hombre resultó herido. La Er-tzaintza detuvo a 34 personas, 31 el mismo viernes y tres más en la madrugada del sábado.
Todos los arrestados están acusados de desórdenes públicos y atentado contra la autoridad.