BILBAO. Las excavadoras comenzaron ayer el derribo de las cuadras del matadero de Zorrotza que permanece cerrado desde abril del pasado año. En el futuro, las instalaciones municipales albergarán otras actividades económicas más acordes con el proceso de regeneración de Punta de Zorrotza, tal y como adelantó DEIA el pasado lunes.

El derribo de las cuadras no es una operación complicada. De hecho, en pocos días habrán desaparecido, pero tiene una connotación simbólica, porque supone el punto final al sacrificio de ganado en el matadero de Zorrotza y se termina a su vez cualquier resquicio de esperanza que aún pudieran albergar matarifes y ganaderos de reemprender la actividad en la isla cárnica.

Todavía no hay una oferta concreta de futuro, aunque según ha podido saber DEIA, varias empresas han visitado los pabellones para conocer las instalaciones. En todo caso, la actividad que albergue este edificio estará relacionada con las telecomunicaciones, informática, audiovisuales o industrias de línea blanca similares.

La decisión no se ha tomado ahora. Los malos resultados económicos de la sociedad Gurokela que era quien tenía alquilados los pabellones del Ayuntamiento de Bilbao fueron determinantes a la hora de cesar la actividad.

El Consistorio nunca se opuso a que el matadero continuara funcionando; no obstante, siempre había dejado claro que los mataderos son responsabilidad del Gobierno vasco y que están bajo su competencia. El propio alcalde, Iñaki Azkuna, señaló que si una empresa solvente solicitaba alquilar los terrenos, no encontraría impedimento por parte del Consistorio. Sin embargo, en estos diez meses no ha habido ningún proyecto serio que pudiera reflotar la isla cárnica, con lo que definitivamente los pabellones se destinará a otros usos.

Por otro lado, Zorrotza se encuentra en un proceso de reflexión para proceder a su regeneración, como ya ha ocurrido con otras zonas de Bilbao -Abandoibarra en su día y Zorrotzaurre en estos momentos-. En el futuro, le tocará a Zorrotza. Precisamente la idea sobre la que trabaja la comisión que estudia cómo transformar esta zona de oportunidad es combinar una industria ligera, con zona residencial y sector terciario. Así pues, las empresas que podrían albergar las instalaciones del matadero tendrán que cumplir este perfil.

Los trabajadores del matadero protagonizaron durante meses varios actos de protesta para presionar al Gobierno vasco y que se implicara en la gestión del matadero, pero no hubo respuesta.