Bilbao. La Ley Antitabaco tiene solo 17 días de vida y, sin embargo, ya ha causado quebraderos de cabeza a más de uno. Y de dos. Entre ellos, además de los hosteleros, se encuentran los vecinos, quienes temen que, al convertir la calle en el único fumadero legal, el ruido de estas personas altere su tranquilidad. Sin embargo, durante estos diecisiete días, solo se ha registrado una denuncia, la de un hostelero que ha delatado a un cliente que comenzó a fumar un cigarrillo en su local. Aparte de este incidente, el Ayuntamiento de Bilbao no tiene constancia de ninguna denuncia vecinal a causa del ruido generado por aquellas personas que salen del bar con la bebida en la mano derecha y el cigarro, en la izquierda.
Encontrar personas disfrutando de una copa en las calles de Bilbao no es una imagen extraña. Forma parte de la cultura de la villa. Con la nueva ley, el humo ha salido también a la calle, pero las denuncias por molestias vecinales, no. "No tenemos constancia de ninguna denuncia por molestia del ruido generado en la calle", aseguró Tomás del Hierro, director de la Oficina del Uso del Espacio Público.
Lo que sí parece que está teniendo más efecto son las denuncias a particulares por fumar en los lugares prohibidos por la nueva ley. Es el caso de la única denuncia recibida por el Ayuntamiento de un hostelero contra una persona que comenzó a fumar en su local, estando prohibido.
Recomendación A pesar de todo, y como medida de prevención ante futuros problemas, el presidente de los hosteleros, Ángel Gago, ha recomendado a sus afiliados, a través de una circular, que eviten que sus clientes saquen las bebidas a la calle cuando salgan a fumar durante la noche; una práctica que se repite también durante el día pero con una repercusión es menor a causa del ruido generado por el tráfico. "Durante la noche es mucho más fácil que si se produce ruido de gente que sale del local para fumar se le impute al hostelero", recalcaba Gago en declaraciones a DEIA.
Cuando todavía no se ha cumplido un mes de la aplicación de la ley, parece ser que las molestias vecinales no son superiores a las que se generan en las calles peatonales de la villa -como Ledesma- o García Rivero, donde el tránsito de personas a las horas punta de poteo es mucho superior que en el resto de zonas.