bilbao. Hosteleros, comerciantes y vecinos de la calle Maestro García Rivero acercaron ayer posturas en torno a la posible peatonalización de la vía. Después de casi un año de negociaciones con el Ayuntamiento para alcanzar un consenso acerca de cerrar el tránsito rodado en la calle, los vecinos, que se mantienen reticentes al proyecto, pudieron exponer sus mayores quejas con respecto a la hostelería con la que conviven: ruido, personas ocupando los portales... Los hosteleros tomaron nota de todo en una reunión de dos horas que finalizó con muy buena sintonía.

Todas las partes implicadas en la peatonalización de García Rivero comienzan a remar en la misma dirección. El encuentro de ayer estuvo dominado por la buena disposición de las 20 personas presentes, entre ellos representantes del Consistorio bilbaino, que no presentaron ningún proyecto futuro.

Los vecinos, que desde un principio han mostrado sus miedos a que la calle se transforme en peatonal, aprovecharon la ocasión para dejar claras sus protestas. Y es que los bares de García Rivero acumulan un gran tránsito de personas en las horas de poteo, obstaculizando, según los vecinos, el acceso a los portales. Además, también se quejan de los vasos, las colillas y la basura que encuentran cada noche en la calle y del ruido que generan por la noche los asiduos a la zona. Todas estas reclamaciones fueron apuntadas por los hosteleros asistentes que se comprometieron a reflexionar para encontrar posibles soluciones.

la Calle más pequeña La peatonalización de García Rivero está sobre la mesa desde marzo del pasado año. El equipo de Jose Luis Sabas, concejal de Obras y Servicios lleva desde entonces trabajando en proyectos que satisfagan las necesidades de todos los que conviven en esta calle, una de las más pequeñas de Bilbao -mide 150 metros de largo por 20 de ancho-. Las negociaciones avanzan poco a poco hacia la peatonalización.