BILBAO. Cuando la crisis aprieta se impone apretarse el cinturón y en esos casos el recibo del gimnasio como otros tantos deja de ser prioritario. La alternativa es seguir haciendo deporte pero pagar menos por ello, o sea apuntarse a los gimnasios municipales. Ello justifica que este año haya aumentado un 20% el número de usuarios de los polideportivos municipales y que los abonados hayan pasado de los 60.601 de 2008 a los 75.000 de 2009, según los datos facilitados por el concejal de Juventud y Deporte, Jon Sustatxa. Estas cifras suponen un incremento de un 7%.

La salud, el ocio, las relaciones sociales o la estética son los principales factores que animan a los ciudadanos a practicar deporte. Pero en estos momentos de crisis, los usuarios de las instalaciones deportivas se encuentran en la disyuntiva de elegir entre los gimnasios públicos y privados. Y ante esta situación, las entidades públicas tienden a ganan terreno sobre las privadas. Incluso se habla de competencia desleal por parte de los gimnasios privados. En Bilbao existen 31 centros privados que intentan mantener sus negocios ante el poderoso conglomerado de Bilbao Kirolak y sus polideportivos. El propio concejal del área, Jon Sustatxa, reconoce que el incremento de usuarios de este año en un 20% puede estar relacionado precisamente con la situación de crisis. De hecho, en este curso, Bilbao Kirolak registró en una semana un 51% de ocupación de plazas para los 50 cursos que ofrece. "Son ya 120.000 los cursillistas de los polideportivos municipales", admite Sustatxa.

21% de Bilbainos Aunque los propietarios de los gimnasios consultados por DEIA achacan las bajas a otras razones, critican severamente la política de ofertas de actividades que se realiza desde Bilbao kirolak. No hay duda de que ningún gimnasio ni entidad privada tiene la capacidad de aglutinar en sus instalaciones a tantas personas como Bilbao Kirolak. Más de 75.000 personas son abonadas. "Es el 21% de la población de Bilbao. Ni el Athletic puede decir que tiene tantos socios", afirma Fernando Zubizarreta, director de Bilbao Kirolak. Con los cursillistas -aquellas personas no abonadas pero que acuden a una actividad programada-, la cifra alcanza los 120.000 usuarios de instalaciones municipales. Una cifra que aumenta cada año ya que en 2007 eran 96.000 y 100.000 en 2008.

El perfil del usuario varía mucho pero sobresale el número de personas que practican deporte en la franja de edad entre los 25 y los 64 años que acoge a más del 65% mientras que por sexos el 49% son mujeres y el 51% hombres. La cultura deportiva existente en Bilbao tiene que ver, y mucho, con el nivel socioeconómico de la ciudad. "Normalmente, las sociedades que tienen el Producto Interior Bruto y los salarios superiores a la media tienen un mayor acceso a las iniciativas deportivas", destaca Zubizarreta. Por eso, aunque la crisis se ha podido dejar sentir en Bilbao Kirolak la demanda es tan importante que las bajas se compensan con los nuevos socios. "Le ha afectado igual que a todos los demás. Está teniendo muchísimas bajas. Las mismas bajas bajas y el mismo descenso que el resto de sociedades. Sufrimos la crisis de forma importante. ¿Qué sucede? Es cierto que en los últimos meses, los dos últimos años hay una nueva forma de gestionar la sociedad que nos ha supuesto una mayor orientación hacia el ciudadano. Hay muchos más recibos devueltos pero estamos logrando que muchas personas se incorporen que no conocían la entidad", admite Zubizarreta.

Promoción Una de las principales funciones de la institución pública es promocionar el deporte. Y su director, se jacta de que cumplen muy bien con ese mandato. "Bilbao Kirolak gasta cientos de miles de euros para promocionar el deporte, promocionar grandes eventos deportivos, espectáculos en clave deportiva, deportes minoritarios y todo eso lo que hace es generar cultura deportiva. Si generas cultura deportiva generas gente que quiera ir a la iniciativa privada", subraya el director de la entidad pública. "Lo que hace Bilbao Kirolak es favorecer, por medio de sus campañas, de sus cursillos, de sus colonias, la actividad deportiva".

Pero, mientras los gimnasios privados tienen que apretarse el cinturón para mantener a su clientela y afrontar los gastos que generan las inversiones en innovaciones técnicas, máquinas, salas, etc. Bilbao Kirolak se puede permitir el lujo de tener déficit, reprochan los privados. "Al ser Bilbao, tienes que tener una gran instalación de rugby. Te dejas un dinero pero no con el espíritu de recibir. Económicamente no es amortizable porque no cobras por ella. Las inversiones son las que hacen que la institución tenga que amortizar a largo plazo y por eso es necesario ese déficit", sentencia Zubizarreta. Precisamente este curso se ha inaugurado con tres nuevas salas de fitness en Artxanda, Deusto y Txurdinaga. En el futuro, se abrirán nuevos centros en la ciudad. "El mapa de los polideportivos municipales visualiza perfectamente que en la zona centro, Miribilla y Basurto no existe una cobertura al número de usuarios potenciales. En el futuro con la inauguración en 2010 del centro de la Alhóndiga, el Palacio de Deportes de Miribilla y el gimnasio en San Mamés se dará cobertura a todos los vecinos", dice Sustatxa.