El Surne Bilbao ha protagonizado este domingo una heroica defensa de su imbatibilidad como local en Liga Endesa y ha salido victorioso (79-72) de un durísimo encuentro contra el Dreamland Gran Canaria y de una actuación arbitral que puso muchísimas piedras en su camino con una aplicación de las normas en cuanto a contactos y antideportivas en las salidas al contraataque que dejó muchísimo que desear.

En una contienda cuyo luminoso se mantuvo equilibrado prácticamente de inicio a fin, los de Jaume Ponsarnau dieron lo mejor de sí en un acto final magnífico desde el punto de vista del esfuerzo defensivo. Y es que tan importante fue para el éxito final el extraordinario sacrificio de los Stefan Lazarevic o Martin Krampelj en retaguardia como la explosión anotadora de Justin Jaworski, con once de sus 25 minutos facturados en esos diez minutos finales, y el dominio de las acciones en cancha del extraordinario Melwin Pantzar. Apunten: 15 puntos, seis rebotes, cinco robos y cuatro asistencias para 31 créditos de valoración. ¡Qué jugadorazo!

Sufrir y disfrutar

El conjunto vizcaino supo mantenerse sobre el alambre en los minutos de mayor dificultad, cuando se vio prácticamente huérfano de Luke Petrasek y Lazarevic durante los 17 minutos finales del choque al tener que sentarse ambos en el banquillo con cuatro personales y al comprobar que no iba a ser el partido de Darrun Hilliard, muy desentonado e incómodo probablemente por su máscara protectora. Pero los anfitriones supieron exprimirse, no se amilanaron cuando el Gran Canaria amagó con amargar la tarde con el 57-61 en los primeros compases del acto final y arrollaron a los de Jaka Lakovic en un final magnífico.

Un costa a costa de Krampelj encendió un graderío de Miribilla con ganas de fiesta, Jaworski se apuntó al alboroto con nueve puntos prácticamente seguidos, incluidos dos triplazos, y Pantzar penetró y repartió balón con maestría para firmar la voltereta hasta el excelente 70-63 a cinco minutos del final. Y esta vez no hubo dudas y sí pulso firme para que en la hoja de servicios bilbaina luzca un balance de 4-4 que invita más a mirar hacia arriba que hacia abajo, con tres triunfos de colchón sobre el descenso.

Desacierto

No compareció en cancha nada ‘enchufado’ el conjunto vizcaino, desacertado y espeso a la hora de buscar el aro rival. Agradeció que su contrincante tampoco luciera en la parcela ofensiva, por lo que pasados los primeros seis minutos de encuentro el luminoso lucía un pírrico 2-4. Los anfitriones amagaron con espabilar con un triple de Jaworski tras un taponazo de Pantzar en una contra insular, pero fueron los de Lakovic, en medio de un arbitraje difícil de entender por lo inconexo de su criterio a la hora de penalizar contactos, los que consiguieron cerrar en ventaja los diez primeros minutos (14-16) aprovechando el buen tino de Isaiah Wong desde la larga distancia y la generación de juego de Miquel Salvó al poste ante Hilliard.

Ninguno de los dos equipos era capaz de imponer su criterio en la cancha porque los errores superaban los aciertos. Margiris Normantas intentó encender a los suyos a base de robos y rebotes ofensivos, pero seguía faltando suministro de puntos. Lo aportaron fugazmente Harald Frey y Jaworski, con adicional incluido, desde la línea de 6,75 para que el Surne Bilbao firmara un minidemarraje a cinco minutos del descanso (25-20), pero el Dreamland Gran Canaria ni se despeinó, ya que respondió con la misma moneda de la mano de Nico Brussino (28-28).

En ausencia de brillantez, los de Ponsarnau tuvieron la virtud de no achantarse en la batalla física, en el cuerpo a cuerpo. Volvió a amagar con abrir hueco el conjunto anfitrión de la mano de Hilliard y Pantzar (34-29), pero una falta en ataque del estadounidense que los árbitros se sacaron de la chistera, con técnica incluida por protestar, facilitó que el duelo llegara a su ecuador con empate a 34 puntos en el luminoso tras triple de Andrew Albicy sobre la bocina.

Problemas

A esas alturas de cita, la escuadra anfitriona no podía aprovechar su 40% de acierto desde la distancia triple, con seis dianas, su magnífico hacer desde la línea de tiros libres (10 de 11) y su notable dominio en el rebote (23 a 15) porque le penalizaban sobremanera su horrible 3 de 12 desde las distancias cortas e intermedias y sus doce balones perdidos, con Hilliard como protagonista negativo en ambas parcelas con un 0 de 3 en tiros de dos puntos y cuatro bolas extraviadas.

Resistencia

En la reanudación, los ‘hombres de negro’ volvieron a coger las riendas del marcador con dos bandejas de Pantzar y Jaworski y la activación en la zona de Tryggvi Hlinason, pero los árbitros seguían teniendo ganas de ser protagonistas, con una falta con técnica por protestar a Petrasek, que se colocaba con cuatro personales al igual que Lazarevic con más de 17 minutos por disputarse. Jaworski asumió galones para fabricar otro minicolchón de cinco puntos (48-43), pero los insulares respondieron con un 0-6 y llevaron a Ponsarnau a detener el choque. Sin embargo, con Hilliard desacertado y con poca inspiración grupal en ataque, los visitantes aumentaron el parcial de la mano de Pierre Pelos hasta el 3-12 para colocar un peligroso 51-55, pero el Surne Bilbao, a base de tiros libres, llegó muy vivo a los últimos diez minutos: 55-55.

El conjunto vizcaino caminaba sobre el alambre. Sin vías claras de anotación más allá de Pantzar y Jaworski, el Dreamland Gran Canaria se veía con mayor riqueza de recursos. Con Louis Labeyrie anotando siete puntos seguidos, colocó un inquietante 57-61, pero el sueco y el estadounidense no estaban por la labor de rendirse, sobre todo un encendidísimo Jaworski que con dos triplazos y tres tiros libres lideró el parcial de 13-2 para voltear el luminoso hasta el 70-63. Tocaba aferrarse al colchón con uñas y dientes y costó sangre, sudor y lágrimas porque dos pérdidas dieron esperanza a los de Lakovic (72-69). Sin embargo, un triplazo lateral de Krampelj desactivó sus intentos de abordaje y la victoria, celebradísima en cancha y en la grada, se quedó en Bilbao.