Una racha ante el Baskonia que ya es endémica para el Surne Bilbao

Hace casi dieciocho años de la única victoria del Bilbao Basket en el Buesa Arena, la cancha que peor se le ha dado al equipo vizcaino de todas las que ha visitado en la Liga Endesa. De hecho, el gasteiztarra es el feudo en el que lleva más tiempo sin ganar. Con sus diversos nombres en unos y otros, ayer ambos de estreno en la ACB como Kosner Baskonia y Surne Bilbao, nadie ha sido capaz de dar con la clave en el bando bilbaino para cortar esta racha. Han pasado por los respectivos banquillos entrenadores de diferente personalidad y talante, se han vestido sus camisetas jugadores de todos los perfiles, pero cada vez que se enfrentan en Zurbano el triunfo acaba siendo baskonista. Habría que hacer una reflexión, no solo en el vestuario, de por qué esto es así, por qué los jugadores del Baskonia siempre parecen especialmente motivados en los derbis, sobre todo si son ante su público, y los del Surne Bilbao, en un momento u otro, acaban asumiendo esta tozuda realidad.

En su único triunfo allí, el quinteto de los gasteiztarras era Prigioni, Rakocevic, Mickeal, Teletovic y Splitter, mitos del baskonismo y de un tiempo mucho más glorioso para ellos. Quizás los que han venido por detrás no quieren volver a ser los siguientes en perder contra los bilbainos en casa, en sufrir lo que para ellos puede ser una afrenta, y ponen todo su empeño en evitarlo. El Surne Bilbao, por su parte, se muestra incapaz de variar ese destino, así pasen las temporadas, y ayer cayó la decimonovena derrota en veinte visitas al Baskonia en la Liga Endesa con un resultado que ni siquiera está entre los más abultados que el Surne Bilbao ha sufrido en el Buesa Arena. Casi todos los entrenadores y jugadores que han pasado por sus filas se han llevado un correctivo en Gasteiz, excepto Rafa Pueyo, que acabó dirigiendo la única victoria por expulsión de Txus Vidorreta y en su única campaña como técnico solo perdió por 76-70, eso sí, con un parcial de 41-22 en la segunda parte, similar al que ayer decidió antes del descanso. 

El Baskonia ha llenado esta campaña su plantilla de atletas y ni siquiera acusó haber jugado 36 horas antes otro partido. El estilo de juego implantado por Paolo Galbiati no da tregua y después de quince minutos de mantener la pelea dentro del equilibrio que hacía presagiar la clasificación, los hombres de negro se despistaron un minuto y medio y se comieron un parcial de 15-1, con cuatro triples consecutivos de los locales, que pusieron la victoria imposible. La capacidad atlética de los baskonistas, que no conceden un metro ni una canasta fácil y no perdonan un contacto en el aire, anuló a jugadores importantes para el Surne Bilbao, que volvieron a sufrir en el desafío físico.

Los números al descanso, con la máxima anotación de un equipo al descanso en casi treinta años y la cuarta de siempre, eran llamativos, pero por desgracia no inéditos en la historia del equipo bilbaino, que ya ha perdido otras veces por más de veinte puntos en una primera parte en el Buesa Arena. El caso es que las cinco primeras salidas de los hombres de negro esta temporada en la Liga Endesa han supuesto sendas derrotas. Dicen que las estadísticas están para romperse, pero el Surne Bilbao no encuentra el martillo que las destroce, sobre todo en Gasteiz.