Brandon Taylor dirige y ejecuta

La mejor temporada de la carrera de Brandon Taylor no ha venido acompañada, salvo sorpresa, por el éxito colectivo que habría sido la permanencia del Leyma Coruña en la Liga Endesa. El equipo gallego apostó el pasado verano por mantener gran parte del bloque que le había llevado por primera vez a la Liga Endesa y una de sus incorporaciones importantes fue este pequeño base californiano de 1,78 metros y 31 años que no había tenido regularidad, aunque sí algunas actuaciones brillantes, en el Manresa a las órdenes de Pedro Martínez. Sin embargo, en el equipo gallego le dieron un rol importante y Taylor lo ha interpretado con mucha calidad, hasta el punto de que Jaume Ponsarnau apuntó ayer que en muchos momentos de la temporada el jugador estadounidense ha jugado “al nivel del mejor base de la Liga Endesa”.

Brandon Taylor encajó como un guante en un grupo muy consolidado, su adaptación a la ciudad fue muy rápida y su rendimiento ha sido muy alto desde la primera jornada. Ese día, anotó 20 puntos ante el Real Madrid y solo en siete de los treinta partidos que ha disputado ha anotado menos de diez puntos. Además, en siete encuentros ha superado las diez asistencias, destacando su actuación ante el Hiopos Lleida cuando sus quince pases de canasta le colocaron en el Top 10 histórico de la ACB. Taylor ha tenido las llaves y los galones del equipo en un papel de director y ejecutor, aunque la llegada de Thomas Heurtel le hizo jugar más fuera del balón. Aún así, los números del estadounidense son brillantes: 13,1 puntos y 6.8 asistencias de promedio, con un 42% de acierto en triples y un 92% en tiros libres. Entre los bases, solo Marcelinho Huertas y Jean Montero mejoran su rendimiento global, que no ha tenido reflejo en los resultados de su equipo.

El Bilbao Basket deberá tener muchos cuidado mañana con un jugador creativo y que usa muy bien las fintas para generarse espacios y sacar tiros pese a su escasa estatura. Formado en la Universidad de Utah, Brandon Taylor ha seguido una trayectoria profesional en línea ascendente. Empezó en Hungría, luego jugó en Rumanía y en la A-2 italiana. La temporada 19-20 en el Le Mans fue su primera en una de las ligas potentes de Europa y desde entonces ha jugado en el Reggio Emilia, el Gravelines y el Bayi Rockets chino antes de llegar al Manresa y ahora a A Coruña.

Él mismo ha reconocido que en su estancia en el equipo catalán no pudo dar su mejor nivel ya que “tenía demasiadas cosas en la cabeza”, pero este curso ha encontrado su sitio y ha podido desplegar todas sus habilidades en ataque. “Aquí me siento mucho más cómodo con mi rol, creo que me han puesto en una posición idónea para tener éxito. Esto me lleva a no pensar mucho cuando tiro, me sale fluido. Solo salgo a la cancha y juego”, afirma un jugador que tampoco se vuelve loco por ganar o perder y que trata de cultivar una buena vida familiar y fuera de la cancha “porque el baloncesto no va a estar ahí para siempre”.