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Choque de estilos en los banquillos del Bilbao Basket y del PAOK

El catalán Jaume Ponsarnau, más pausado desde la banda, y el italiano Massimo Cancellieri, más expresivo, quieren llevar a sus equipos a un título histórico

Choque de estilos en los banquillos del Bilbao Basket y del PAOKFIBA EUROPE CUP

Jaume Ponsarnau (Tárrega, 28 de abril de 1971) y Massimo Cancellieri (Téramo, 24 de julio de 1972) libran una batalla táctica en los banquillos de la final de la FIBA Europe Cupque les coloca en un primer plano al que no han estado acostumbrados en su carrera. Casi contemporáneos y con una manera distinta de llevar la dirección de los partidos, en su biografía como entrenadores sí hay un punto en común y es que ambos empezaron en el baloncesto femenino. El catalán dio sus primeros pasos en su localidad natal y el italiano lo hizo en el San Raffaele de Roma.

El técnico del PAOK ha tenido una trayectoria creciente ya que no ha sido hasta hace poco cuando ha ganado fama como primer entrenador. Tras una larga etapa desde principios de siglo en clubes de la Serie B italiana, estuvo entre 2013 y 2019 como ayudante en el Olimpia Milan de Luca Banchi, Jasmin Repesa o Simone Pianigiani. Luego, pasó al Rávena de la Serie B durante dos temporadas y en la campaña 2021-22 fichó por el Limoges, otro histórico del baloncesto europeo, en la que era su primera experiencia fuera de Italia. El primer curso no le fue mal ya que disputó el play-off con el conjunto limusín.

Su segunda campaña en el Limoges no le fue tan bien, aunque se había labrado una reputación que le llevó a incorporarse al Estrasburgo, otro habitual en Europa. El equipo no funciono como en años anteriores y Cancellieri decidió aceptar la oferta del PAOK, convencido de que su carácter podía encajar en su nuevo destino. “Soy un guerrero y sé que en Grecia voy a tener una guerra cada semana”, comentó tras su fichaje, aunque también aclaró que con los años “me he calmado un poco”. El italiano ha encajado en Salónica, ya es un ídolo para los aficionados, que le gritan “Einai trelos o italos”, “Está loco el italiano”. Antes de partir a Bilbao, le despidieron con barbas postizas para imitar su imagen fiera, poco habitual en los banquillos europeos. En el PAOK ha podido armar un equipo, como en Francia, con jugadores muy físicos y atléticos, “con los que me gustaría jugar más rápido que hasta ahora”.

“Somos los hijos de Ponsarnau”

Jaume Ponsarnau.

Ponsarnau, considerado un entrenador de perfil bajo porque no es histriónico ni actúa para la galería para hacerse viral, también se ha ganado a una parte de la afición de Miribilla, la de la grada de animación, que proclaman “Somos los hijos de Jaume Ponsarnau”. Con mostrar su palmarés le bastaría al técnico del Bilbao Basket para desmentir a los escépticos con su labor ya que acumula 474 partidos en la Liga Endesa en quince temporadas. Probablemente, su perfil tranquilo le ha hecho válido para los equipos de la parte media-baja, aunque curiosamente sus mayores éxitos, al margen de las dos medallas que logró como ayudante de Scariolo en la selección española, los logró en el Valencia Basket, en el que ejerció también junto a Txus Vidorreta y Pedro Martínez.

Ya como máximo responsable, con el equipo taronja alcanzó tres semifinales de liga consecutivas y ganó la Eurocup de 2019, el último título que ha ganado el Valencia Basket, y se quedó a las puertas del Top 8 de la Euroliga. Tras una mala etapa en Zaragoza, llegó a Bilbao para sustituir a Álex Mumbrú y, en su tercera campaña, está cerca de lograr la mayor conquista de la historia del club vizcaíno. Esa aparente falta de carácter le convierte en blanco fácil de las críticas, pero Ponsarnau es un entrenador muy respetado por sus colegas por su capacidad para construir equipos y su buena mano para desarrollar a los jóvenes, dos virtudes que al Bilbao Basket le vienen muy bien.