Son la historia en rojo y negro. El Bilbao Basket no puede ni debe olvidarse de ellos, de aquellos vizcainos que han vestido alguna vez su camiseta en un partido oficial. Durante un cuarto de siglo ha habido años de ilusión, años de glorias efímeras, años de penurias y dramas y años, los recientes, de realismo. De ellos han sido testigos veinte jugadores de distintas generaciones y seis de ellos, que abarcan casi todos los 25 años de existencia del club como una correa de transmisión, se reunieron para recordar y compartir sus vivencias. Todos tienen en común, también, el hecho de haber tenido que salir fuera para probar otras cosas y buscarse la vida en el baloncesto “por la ausencia de un equipo referente en Bizkaia” y haber militado en otros clubes de Bizkaia en su etapa formativa, lo que les permite tener una visión próxima y certera del pasado y el futuro que le puede esperar al Bilbao Basket.

“Saber que pueden contar contigo supone una motivación para los jugadores de la cantera”

UNAI BARANDALLA - Jugador del Bilbao Basket 2022-24

“Después de varios años de cosas raras y sequía, el nacimiento del Bilbao Basket supuso recuperar la ilusión, sobre todo para los que vivimos la etapa posterior al Cajabilbao, encender de nuevo la llama por tener un club de baloncesto en Bilbao y tratar de volver al primer nivel”, rememora Xabi Madina, el capitán junto a Patrik Sáenz de Ugarte en aquel primer año sin el que no habría habido todos los demás y que salvaron, sobre todo, el grupo de jugadores vizcaínos, “aún no sabemos cómo. Esa ilusión fue, probablemente, la que hizo que sobreviviéramos en un año desastroso”. El base deustuarra habla, incluso, de cierto azar en su caso ya que “mi idea era continuar en el Cantabria Lobos en la ACB, pero tardaron en confirmar su participación y yo ya me había comprometido con el Bilbao Basket”.

Llegar al Bilbao Basket fue para mí como reencontrarme con un viejo amigo. Después de la decepción que dejó la desaparición del Cajabilbao, ver que cada vez iba más gente a La Casilla me produjo mucha alegría. Participar de esa progresión fue algo muy chulo, sobre todo después de ese primer año tan complicado”, añade Patrik, que llevó su carrera hasta “aquellos partidos de play-off con La Casilla repleta otra vez en los que era casi imposible comunicarse en la cancha”.

“Para alguien que llegaba a un vestuario profesional, fue un choque ver lo que empezaba a pasar”

BORJA MENDIA - Jugador del Bilbao Basket 2014-18

Javi Salgado ejerció de anfitrión en el encuentro en las flamantes instalaciones de Artxanda, que los más veteranos habrían querido disfrutar cuando estaban en activo. El ahora ayudante de Jaume Ponsarnau, el jugador que más partidos ha jugado con el equipo, cuenta que para él el Bilbao Basket es sinónimo de “la vuelta a casa”. “Llevaba dos años en León y me ofrecieron entrar en un proyecto que podía ser importante. No sabíamos que íbamos a llegar tan pronto a la élite, pero aquello me hizo mucha ilusión. He crecido como jugador y como persona en el Bilbao Basket, de la mano primero de Patrik y Xabi y luego siendo yo el que tenía que transmitir mis experiencias a los más jóvenes”, añade el de Santutxu.

Los primeros recuerdos de Sergio Sánchez con el Bilbao Basket se remiten a sus últimos años en el Patronato cuando los dos equipos se entrenaban en La Casilla. Luego llegó una llamada para hacer una pretemporada en LEB y otra de ACB a las órdenes de Txus Vidorreta “y como en aquella época nadie te advertía de cómo iba a ser, no te preparabas para ello. La primera semana llegaba a casa sin poder andar y la segunda, ya le decía a Javi que me recogiera con su mítico Fiat Stylo un poco más cerca de mi casa”. Luego, el alero bilbaíno ya formó parte de la plantilla en dos temporadas de luces y muchas sombras.

“El nacimiento del Bilbao Basket supuso recuperar la ilusión, encender de nuevo la llama”

XABI MADINA - Jugador del Bilbao Basket 2000-02

En la segunda de ellas, Borja Mendia fue reclamado también como apoyo en los entrenamientos, “un sueño para alguien como yo que vivía muy cerca de La Casilla y que había seguido toda la trayectoria del equipo desde la grada”. La ilusión de ese chaval formado en Loiola Indautxu se dio de bruces con las primeras turbulencias que amenazaron la subsistencia del club. “Quizás estuve en el sitio justo en el momento adecuado porque no había dinero para traer a nadie de fuera y me llamaron a mí. Pero para alguien que no había estado en un vestuario profesional, que entrenaba con sus ídolos, fue un choque brutal ver las cosas que empezaron a pasar”, confiesa.

El descenso de 2018 abrió una nueva etapa y con ella llegó la oportunidad de Unai Barandalla, que estaba en el Unamuno “e íbamos a Miribilla a ver los partidos” y luego integró los primeros equipos de cantera del Bilbao Basket: “Yo lo siento, pero yo a Patrik y Xabi no les ví jugar, jajaja”. Su entrada en el equipo fue “escalonada ya que nos iban llamando cuando estaba Mumbrú para ayudar en los entrenamientos. Después de un año en Santurtzi, volví y ya hace dos años con Ponsarnau compaginé los dos equipos”, como les tocó hacer a otros compañeros que, al menos, pueden decir que han debutado en la ACB con el Bilbao Basket.

Los seis exjugadores del Bilbao Basket lucen camsetas antiguas en los vestuarios de Artxanda, que provocaron su admiración. José Mari Martínez

Veinte jugadores vizcaínos en 25 años pueden parecer, y quizás lo sean, pocos. Madina tiene claro que “en mis tiempos y ahora a los de casa siempre nos costó más meter el morro por distintas causas”. Las oportunidades han sido escasas o han llegado en momentos poco propicios, pero todos se sienten orgullosos de “haber contribuido a lo que ahora es el Bilbao Basket, con sus cosas buenas y malas”. Además, ser de casa añade una responsabilidad especial y una motivación diferente ya que “tienes en la grada a tu familia, a tus amigos, a los profesores detus hijas…”. En las malas, contar con gente de casa “hace que se pueda tirar para adelante”, apunta Madina. “Todo tu entorno está aquí, tú te vas a quedar a vivir y sufres y vives todo mucho más y vives todo de forma más intensa”, coincide Salgado.

“Todos estamos orgullosos de haber contribuido a lo que es el Bilbao Basket, con lo bueno y lo malo”

JAVI SALGADO - Jugador del Bilbao Basket 01-10 y 16-19

“Al fin y al cabo, estás dentro de algo que has visto nacer y crecer y que has seguido como aficionado. El año que estallaron los problemas fue durísimo, pero lo sacamos adelante por el grupo de nacionales que había, que apechugamos con todo”, recuerda Sánchez. Patrik Sáenz de Ugarte pone todo en contexto y destaca que “la historia del baloncesto de Bizkaia es una historia de altibajos. Los problemas han existido siempre. En mi primer año senior con el Caja, ascendimos y el club desapareció. Eso pudo marcar mucho lo que vino después. Y en el primer ascenso con el Bilbao Basket, había una rueda de prensa del diputado general y el alcalde y cinco minutos antes, no sabíamos qué iban a decir. Llegué a pensar que el gafe era yo, jaja”.

Partidos inolvidables

En su cuenta de partidos, los seis exjugadores pueden elegir momentos muy señalados. Patrik escoge el título de Copa de la LEB2 porque “para mí fue como salir del pozo. Después de un primer año desagradable, eso fue otra cosa porque jugábamos muy divertido y La Casilla volvía a tener un buen ambiente”. Madina se queda “con mi malísima memoria con el primero de todos. Fue contra el Tarragona y la primera canasta la metió Romain Gayet”, un jugador que si no fuera por esto, sería “innombrable”. “Era volver a La Casilla y se jugaba los viernes por la tarde, un invento buenísimo”, añade. Salgado retiene en su memoria “los partidos de los dos ascensos. El primero en León y el segundo en Miribilla, que fue mi último partido”. “Fue una retirada mítica. Me emocioné hasta yo”, le vacila Patrik.

“Llegar al Bilbao Basket fue como reencontrarme con un viejo amigo y ver su progresión fue muy chulo”

PATRIK SÁENZ DE UGARTE - Jugador del Bilbao Basket 2000-04

Sánchez rescata el día que debutó en la Eurocup en Charleroi y el recuerdo agridulce de la final de la Eurocup en la ciudad belga: “Perdimos, pero fue una pasada ver que en la mitad del pabellón estaban todos los de Bilbao, incluidos familia y amigos, y en la otra mitad estaba vacía, solo había unos pocos rusos. No tenía sentido”. Y a modo de curiosidad, extrae “el día que metí mi primer triple en ACB ante el Estudiantes de Txus Vidorreta”. Borja Mendia recuerda el día que debutó en la Liga Endesa “en el primer partido ante el Fuenlabrada y en el que anoté mi primera canasta, una muy complicada desde la esquina corta que no creo que vuelva a meter”. Y también su estreno europeo ante el Bayern Munich que entrenaba Svetislav Pesic. Unai Barandalla guarda como un momento “impactante” el día del segundo ascenso a la ACB porque “aunque no jugué, habíamos entrenado con ellos todo el año y sabíamos lo que costó”. También apunta a un partido europeo de la BCL ante el Murcia “en el que le lesionó hasta el apuntador y tuve que salir al final e, incluso anoté” y a uno de pretemporada ante el Real Madrid “en el que me tocó defender a Campazzo y me sentí inútil”. “No te preocupes, les pasa a muchos”, le echa un capote Salgado.

“Fue una pasada, no tenía sentido ver en Charleroi media grada de Bilbao y en la otra mitad, unos pocos rusos”

SERGIO SÁNCHEZ - Jugador del Bilbao Basket 2012-14

Después de 25 años de historias dentro y fuera de la pista, algunas confesables y otras que deben quedar en el cajón de los secretos, de haberlas visto de todos los colores, los exjugadores confían en que el Bilbao Basket logre la estabilidad y se consolide en la ACB. “Salvo los seis o siete primeros, hay un grupo muy amplio que están muy igualados. Y salir de ese grupo no se va a hacer de un año a otro”, indica Xabi Madina. Javi Salgado, que sigue dentro del club ha estado presente en gran parte de los más de 1.000 partidos oficiales que ha disputado el club, apunta que “estamos pagando aún los excesos del pasado y cuando los dejemos a un lado, se podrá gestionar lo que generemos y podremos pensar en crecer. Ahora somos un equipo bastante sólido en la ACB y competitivo en Europa. Creo que esto es un planteamiento realista porque puede pasar que un año salgan las cosas muy bien y se pueda aspirar a algo más, pero también pueden salir mal y caernos”.