La visita al potente La Laguna Tenerife clausuró el sábado la racha de tres victorias consecutivas con la que el Surne Bilbao Basket ha conseguido fabricar un colchón de dos triunfos sobre unos puestos de descenso que llegó a ver muy cerca hace menos de un mes. Buscar el asalto al Pabellón Santiago Martín ante un rival tremendamente bien armado que actúa con la precisión de un cirujano sobre la pizarra de Txus Vidorreta y con alma de ejecutor sin piedad bajo la batuta del eterno Marcelinho Huertas era una misión tremendamente complicada. Y dio la cara el conjunto vizcaino de manera notable hasta el descanso (40-42), pero se resquebrajó en el tercer acto, cuando los anfitriones metieron más madera en la caldera defensiva, minaron las distancias cortas e intermedias en las que Melwin Pantzar y sobre todo Tryggvi Hlinason estaban haciendo muchísimo daño y limitaron al rival a una sucesión de lanzamientos lejanos (1 de 9 en triples en ese acto) que le sacaron de su equilibrio en el juego, volviendo a sacar a la luz un gran desacierto desde la larga distancia que ni siquiera en esa racha positiva de tres éxitos seguidos se ha conseguido mejorar salvo en la portentosa segunda mitad en A Coruña en la que explotaron Rubén Domínguez y Muhammad-Ali Abdur-Rahkman.

Los hombres de negro llevan ocho de sus últimos nueve compromisos sin alcanzar ni siquiera el 30% de acierto desde más allá de la línea de 6,75, circunstancia que en el baloncesto de hoy en día dificulta muchísimo la sostenibilidad de una escuadra, pues es amparándose en esa faceta del juego en la que, salvo excepciones, se basa la generación de los parciales a favor que sirven para romper los partidos y la fabricación de los guarismos ofensivos necesarios para poder optar a sumar victorias. “El acierto no estuvo de nuestra parte, sobre todo desde la línea de tres puntos, y si queríamos ganar necesitábamos hacer más de 80 puntos”, reconoció Jaume Ponsarnau a la conclusión de este último duelo.

Evidentemente, los rivales de turno de la Liga Endesa conocen a la perfección los problemas del conjunto vizcaino en el lanzamiento desde la larga distancia y prefieren centrarse en otros focos de peligro a la hora de armar sus retaguardias, cerrándose en la pintura y concediendo los triples. Así ocurrió el sábado en Tenerife, donde hasta el descanso Hlinason fue una tortura para la defensa rival gracias al acertado suministro de balones por parte de sus compañeros (diez puntos en menos de seis minutos en el segundo cuarto) con las penetraciones de Pantzar sirviendo también para sumar puntos con continuidad. En este sentido, Vidorreta acabó reconociendo que “hemos cambiado algo nuestras normas defensivas para controlar mejor a Hlinason. Nos ha salido muy bien porque ellos no han estado cómodos y porque también han fallado tiros abiertos, que era el riesgo que asumíamos”.

De sus seis primeros partidos en Liga Endesa, el Surne Bilbao Basket solo se quedó en los dos primeros por debajo del 30% de acierto en el triple (26% en el triunfo ante el Río Breogán y 29% en la dolorosa derrota en Murcia en la prórroga), alcanzando el 40% de efectividad ante el Real Madrid y el 48% ante el Valencia Basket. Sin embargo, desde la derrota, también en el tiempo extra, en Girona no llegar al 30% de acierto desde la línea de 6,75 se ha convertido en circunstancia habitual, salvo en la segunda mitad en A Coruña, con la frustración añadida de que muchos de los tiros fallados se están produciendo en situaciones liberadas, tras buenos ataques a los que no se les acaba de colocar la guinda final del acierto.

Pese a ello, el Surne Bilbao Basket ha sido capaz de sacar adelante, y de manera autoritaria, tres encuentros vitales ante Baxi Manresa, Leyma Coruña y Morabanc Andorra gracias al respaldo de un magnífico trabajo defensivo (los tres rivales se quedaron por debajo de los 80 puntos anotados) y a factores que se salen de lo cotidiano. Contra los de Diego Ocampo el 75% de efectividad en tiros de dos puntos que lucieron los hombres de negro fue fundamental, en tierras gallegas decantó la balanza el estratosférico 16 de 24 en triples de la segunda mitad y los del Principado se quedaron en Miribilla en un pírrico 13% desde los 6,75, con solo tres aciertos, cuando hasta ese día lideraban esa faceta estadística con un magnífico 39%.

SUMAR A Silverio

El conjunto vizcaino, con Kristian Kullamae en la fase final de su baja por lesión, lleva más de dos semanas esperando certificar la incorporación de Omar Silverio para tratar de sumar un nuevo arma que revitalice su cuerpo de fusileros. El escolta dominicano de 26 años se sumará a los hombres de negro cuando reciba su visado y pueda viajar así hasta Bilbao para reforzar al equipo en una fase del calendario en la que se retoma la actividad en la segunda fase de grupos de la FIBA Europe Cup, sumándose a un tramo de notable dureza e importancia en la Liga Endesa. l

Porcentaje en el triple

30%

En las últimas nueve citas, se ha quedado por debajo de ese acierto ante Girona (29%), Joventut (29%), Zaragoza (27%), Baskonia (13%), Lleida (14%), Manresa (29%), Andorra (22%) y Tenerife (25%).